La ciudad celebró una noche llena de orgullo, memoria y reconocimiento durante la gala de entrega de estímulos de Sabor Bogotá 2025, la convocatoria gastronómica de la Administración Distrital que exalta el papel de la cocina en la identidad cultural, social y económica de la capital. La Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte reunió a cocineras, emprendedores, productores y referentes del sector para destacar a quienes, desde sus fogones, construyen parte esencial del patrimonio vivo de Bogotá. La velada se convirtió en un encuentro que reivindicó la comida como lenguaje común y como vehículo de cohesión comunitaria.
Más de 200 propuestas compitieron en ocho categorías diseñadas para reflejar la amplitud de la gastronomía bogotana: Corrientazo, Ajiaco, Empanada, Fritanga, Postre, Pan, Cocina Internacional y Cocina Regional. Cada una de estas líneas permitió reconocer tradiciones, técnicas y oficios que transitan entre la cocina popular, los sabores de plaza, las recetas familiares, las fusiones contemporáneas y las influencias migrantes que enriquecen permanentemente la mesa bogotana. La convocatoria dejó ver una ciudad diversa, creativa y profundamente orgullosa de sus raíces culinarias.
El proceso de selección estuvo a cargo de un jurado de alto nivel conformado por cocineros, periodistas, investigadores y estrategas gastronómicos como Juan Diego Giraldo, Liliana Martínez, Margarita Bernal, Catalina Peralta, Gerardo Alvarado, Charlie Otero, Carlos “ToTo” Velásquez, Justo Calderón y Felipe Calderón. Su análisis combinó criterios de sabor, técnica, sostenibilidad, historia y aporte cultural. Esta mirada multisectorial permitió valorar tanto las propuestas tradicionales como aquellas que apuestan por la innovación o reinterpretación de sabores locales.
Sabor Bogotá 2025 incluyó por primera vez una votación ciudadana que permitió que el público eligiera platos favoritos en cada categoría. Esta participación reafirmó que la gastronomía es parte de la memoria afectiva de quienes habitan la ciudad y que las preparaciones valoradas por las comunidades aportan una lectura cercana, emocional y auténtica sobre lo que significa comer en Bogotá. El proceso, al unir criterio experto y voz ciudadana, garantizó una selección diversa y representativa.
La gala se convirtió en un espacio para celebrar historias de vida, trayectorias de oficio y saberes heredados. Cocineras de tradición, emprendedores jóvenes, panaderos experimentados y chefs de fine dining compartieron escenario para reconocer que Bogotá es una ciudad que se narra también desde la cocina. La noche exaltó narrativas ligadas a la familia, la migración, la resistencia, la innovación y el trabajo diario de quienes sostienen restaurantes, plazas de mercado, panaderías y cocinas de barrio.
Para el secretario de Cultura, Santiago Trujillo, el éxito de la convocatoria evidencia la fuerza y diversidad del sector gastronómico. “Sabor Bogotá reconoce el talento, la creatividad y el esfuerzo de quienes hacen posible la cocina de nuestra ciudad. Estos estímulos celebran la diversidad que nos caracteriza y fortalecen la apropiación del territorio a través de los sabores que cuentan quiénes somos”, afirmó. Sus palabras consolidaron el espíritu del evento: honrar la cocina como patrimonio vivo y como motor de identidad.
La velada también presentó el balance de los festivales gastronómicos de 2025, que reunieron a más de 100.000 asistentes en torno a sabores emblemáticos como la fritanga, el pan, el postre y la comida mexicana. Estos encuentros, realizados en distintos puntos de la ciudad, permitieron acercar a las comunidades a sus sabores más representativos, activar el espacio público y dinamizar el sector cultural y económico que orbita alrededor de la gastronomía.
Los reconocimientos destacaron a Rosa Elena Mora en Corrientazo; María Elsy Giraldo en Ajiaco; Andrea Paola Molina en Empanada; y Ana Teresa Moreno en Fritanga, cuatro mujeres cuyo trabajo demuestra la fuerza de la cocina popular en Bogotá. Asimismo, Tatiana Barbosa obtuvo el primer puesto en Postre; Jhon Alexander Páez en Pan; Daniel Álvarez Jacobsen en Cocina Internacional; y Pablo Esteban Rueda en Cocina Regional. Cada uno representa una faceta del mapa culinario bogotano, desde la masa madre hasta la tradición bávara, pasando por el patrimonio agrícola cundiboyacense.
Las menciones a segundos y terceros lugares consolidaron el carácter incluyente y diverso del premio, reconociendo a cocineros emergentes y a propuestas con fuerte arraigo local. Estas distinciones fortalecen emprendimientos de barrio, negocios familiares, proyectos comunitarios y apuestas contemporáneas que enriquecen el ecosistema gastronómico de Bogotá. Los jurados destacaron que cada categoría reveló historias de dedicación, técnica y creatividad que merecen ser visibilizadas ante la ciudad.
Con la entrega de los estímulos de Sabor Bogotá 2025, la ciudad celebra no solo platos o recetas, sino el tejido humano que da vida a sus sabores. La Administración Distrital reafirma su compromiso de seguir fortaleciendo este sector como una expresión cultural estratégica y como un motor de desarrollo económico y social. Con una gastronomía cada vez más diversa, consciente y orgullosa de sus raíces, Bogotá continúa consolidándose como un territorio donde la comida es una puerta para encontrarnos, reconocernos y celebrar lo que somos.
