Colombia cerró los primeros once meses de 2025 con un desempeño sólido en atracción de inversión extranjera directa, reflejando la confianza de los mercados globales en el país. De acuerdo con ProColombia, y bajo el liderazgo de la ministra de Comercio, Industria y Turismo, Diana Marcela Morales Rojas, entre enero y noviembre se facilitaron 153 nuevos proyectos de inversión, una cifra que confirma la continuidad de decisiones favorables por parte de compañías internacionales. Las iniciativas se concentran en sectores con potencial transformador y capacidad de impacto territorial.
Los sectores más dinámicos fueron energías renovables, software y servicios TI, y agroindustria. Las iniciativas vinculadas a la transición energética lideraron el listado con alrededor del 17% de los nuevos proyectos, un indicador clave del interés global por el portafolio de energías limpias en Colombia. Software y servicios TI aportaron el 12,4% de los anuncios, mientras que la agroindustria sumó el 9,2%. Esta composición confirma una tendencia hacia inversiones con componente tecnológico y vocación sostenible.
En cuanto al origen de los capitales, la procedencia continúa diversificándose. Estados Unidos encabezó la llegada de proyectos con cerca de una cuarta parte del total. Le siguieron China y México, acompañados de España, Canadá, Alemania, Reino Unido, Brasil, Holanda, Francia y Chile. Esta mezcla evidencia que Colombia sigue atrayendo compañías con experiencia en manufactura avanzada, servicios globales, energías limpias y tecnologías emergentes, lo que refuerza su posicionamiento estratégico en la región.
“La inversión sigue llegando y los negocios siguen en marcha. La inversión extranjera directa continúa apostando por este país”, afirmó Carmen Caballero, presidenta de ProColombia. Destacó que el trabajo articulado con las Agencias de Promoción de Inversión Regional (APRIS) ha sido clave para convertir la confianza internacional en proyectos concretos. El objetivo es generar empleo de calidad y desarrollo en todas las regiones, fortaleciendo cadenas productivas y potenciando capacidades locales.
Bogotá mantuvo su posición como principal receptor, con el 36,6% de los proyectos. Antioquia recibió el 13,1%; Atlántico, el 9,2%; y Valle del Cauca, el 8,5%. Además, departamentos como Santander, Bolívar, Risaralda, Cundinamarca, Quindío, Caldas, Cauca y Meta registraron nuevas inversiones. Este comportamiento confirma una expansión territorial progresiva, donde regiones con clústeres sectoriales, ventajas logísticas o talento especializado ganan protagonismo.
De acuerdo con información reportada por los inversionistas, los proyectos facilitan la creación de más de 46.000 empleos, combinando perfiles técnicos en ingeniería, operación de proyectos energéticos y desarrollo de software, con ocupaciones administrativas y logísticas. Esta composición laboral sugiere impactos positivos en términos de formación, cualificación y dinamización de economías locales, especialmente en ciudades intermedias.
“La tendencia apunta a una inversión que no sólo genera empleo, sino que impulsa cadenas productivas locales y fortalece ecosistemas empresariales regionales”, agregó Caballero. El enfoque sectorial y territorial de las iniciativas muestra oportunidades claras para consolidar sectores estratégicos vinculados a la transición energética, la modernización industrial, la agrotransformación y la digitalización de servicios.
Tres años de gestión de Carmen Caballero frente a ProColombia dejan un balance robusto. En este periodo, la entidad ha gestionado US$14.712 millones mediante 512 proyectos distribuidos en 25 departamentos y más de cien municipios. Estas iniciativas proyectan más de 306.000 empleos directos e indirectos, con énfasis en energías limpias, agroindustria, turismo, reindustrialización y tecnología, sectores clave para la competitividad futura del país.
Los resultados de 2025 confirman que la inversión extranjera directa continúa desempeñando un papel esencial en la transformación productiva y territorial del país. Con un panorama internacional complejo, Colombia mantiene su capacidad para atraer capitales estratégicos, diversificar mercados de origen y fortalecer sectores que aportan valor agregado, innovación y empleo de calidad en todas las regiones.
