La primera regla para manipular fuegos artificiales es clara: hacerlo solo si se tiene conocimiento técnico. La pirotecnia es un producto industrial diseñado para manejo especializado. Encender artefactos sin capacitación puede causar quemaduras, amputaciones o incendios. La prevención inicia reconociendo que el riesgo existe. La seguridad no se improvisa.
Antes de usar cualquier producto, debe verificarse que cuente con rotulado legal y certificación. La compra en espacios no autorizados multiplica el peligro, pues el artículo puede estar adulterado. Leer las instrucciones completas es obligatorio, no un detalle opcional. Cada tipo de artefacto requiere distancia específica y técnica de encendido. Ignorar esto convierte una fiesta en tragedia.
Los adultos deben ser los únicos autorizados a manipular pirotecnia. Ningún niño debe encender, sostener o acercarse a artefactos antes, durante o después. Supervisión significa estar presente y consciente, no mirar a distancia. Incluso adultos bajo alcohol son considerados operadores no aptos. La celebración no puede afectar el criterio.
Preparar el espacio antes del encendido es una medida preventiva imprescindible. Debe elegirse un área despejada, lejos de árboles, techos, cables eléctricos y materiales inflamables. También se debe tener agua o arena disponible para emergencias. La seguridad es planificación previa, no reacción tardía. Un espacio seguro salva vidas.
Nunca deben manipularse artefactos que ya encendieron pero no explotaron. El llamado “tote” es una de las mayores causas de lesiones. Abordarlo implica asumir que puede detonar de manera repentina. La regla es simple: no intentar reactivar nada que falló. Lo fallido se desecha con agua, no se toca. Esta norma previene amputaciones.
El uso de ropa adecuada es parte de la cultura de seguridad. Evitar prendas sintéticas o sueltas reduce riesgo de quemaduras. El cuerpo debe estar protegido y a distancia. Completar las medidas incluye mantener espectadores lejos, especialmente niños y personas sensibles. Encender pólvora es acto técnico, no espectáculo desde la mano.
La presencia de profesionales para espectáculos masivos debe ser la prioridad. Contratar empresas certificadas no solo cumple la ley: también asegura que el show sea disfrutado sin miedo. En Colombia, los eventos autorizados tienen planes de contingencia y seguros. Ninguna fiesta familiar supera esa seguridad.
Lo seguro nunca será menos emocionante. Celebrar sin accidentes es la mayor victoria. La prevención es una decisión que salva historias y familias completas. Encender con responsabilidad es encender vida.
