Este 20 y 21 de diciembre, el Teatro Cafam será el escenario de una cita musical imperdible para los amantes de la música tropical colombiana: un mano a mano entre Los Hispanos y Los Graduados, dos de las orquestas más emblemáticas de la historia del país, guardianas eternas del sonido que define la Navidad en Colombia.
Con funciones programadas para el sábado 20 a las 8:00 p. m. y el domingo 21 a las 4:00 p. m., el evento promete un viaje sonoro a través de más de cinco décadas de éxitos que han acompañado generaciones, desde fiestas familiares hasta emisoras, casetes, picós y salones populares.
Ambas agrupaciones, nacidas en Medellín y convertidas en pioneras del género tropical bailable, fueron responsables de crear un sonido inconfundible que combinó orquesta, picardía, tambora y nostalgia. Sus voces históricas, como las de Rodolfo Aicardi y Gustavo “El Loco” Quintero, construyeron un repertorio que sigue sonando cada diciembre como si el tiempo no pasara.
Éxitos como La colegiala, Boquita de caramelo, Así empezaron papá y mamá, Adonay, Los algodones, La burra y la chiva, Ramita de matimbá, El 24, Sirena del mar, Cariñito y Romance tropical formarán parte de este concierto que busca hacer cantar, bailar y llorar de memoria a tres generaciones: abuelos, padres e hijos.
La historia de ambas orquestas está marcada por la hermandad musical. Los Graduados nacieron después del éxito de Los Hispanos, compartieron escenarios, músicos y hasta leyendas, pero también construyeron una rivalidad amistosa que el público convirtió en culto navideño. Hoy, más de 50 años después, sus canciones siguen siendo banda sonora de diciembre en todo el país.
El evento será también un homenaje a dos ídolos inmortales: Gustavo “El Loco” Quintero, el showman que cambió la historia de la música tropical, y Rodolfo Aicardi, la voz que convirtió la nostalgia en fiesta eterna. Ambos se harán presentes a través de su legado, sus letras y la memoria colectiva que todavía los canta.
La boletería ya está disponible desde $55.000 a través de Eticketablanca. La invitación es clara: desempolvar los pasos heredados, llevar a los papás, a los tíos y a los hijos, y revivir aquello que solo la música puede mantener vivo: la celebración compartida.
Porque en Colombia la Navidad no empieza con luces… empieza cuando suenan Los Hispanos y Los Graduados.

