Bogotá será escenario el próximo 11 de noviembre de un hecho tan estético como profundamente humano: la pasarela La Segunda Primavera, una colección diseñada, confeccionada y modelada por mujeres sobrevivientes de violencia que hoy encuentran en la moda un acto de resistencia, reparación y libertad. El evento, presentado por la Fundación Dejamos Huella, tendrá lugar en el Metropolitan Club y se proyecta como un manifiesto de transformación social desde el diseño.
Desde hace once años, la Fundación trabaja con mujeres que han enfrentado ciclos de violencia física, psicológica o económica, y que cargan —como tantas en el país— historias sobrevividas en silencio. Su acompañamiento no es asistencialista: está basado en la reconstrucción de la autoestima a través del conocimiento, el oficio, la sororidad y el arte aplicado a la vida diaria: costura, modelaje, cocina, cuidado personal, narrativas del cuerpo y del ser.
En 2025, ese proceso adquiere un nuevo lenguaje: la creación de una colección prêt-à-porter hecha íntegramente en los talleres de la Fundación. La Segunda Primavera simboliza el momento en que una vida devastada vuelve a florecer. No es solo ropa: es identidad restaurada. Es memoria hecha tela. Es terapia cosida con hilo firme. Es, en palabras de su directora, “una pasarela donde cada puntada es una oportunidad”.
Las prendas fueron elaboradas con materiales reutilizados: catálogos descontinuados de The Royal Collection Fabrics & Wallpapers, retazos aportados por la Fundación Baobab y excedentes textiles donados por marcas y talleres. Cada pieza es un patchwork que reinventa la alta costura desde la sostenibilidad y la economía circular, reinterpretando referencias de pasarelas internacionales con la valentía de lo hecho a mano y con propósito.
Desfilarán 24 mujeres de entre 11 y 61 años. No son modelos profesionales: son diseñadoras de su propio destino. Caminarán con sus propias prendas, con la frente en alto, en una pasarela que no exhibe cuerpos perfectos, sino vidas reconstruidas. Moda como acto político. Moda como derecho a ser vistas. Moda como renacimiento sin permiso.
El propósito del evento es recaudar fondos para ampliar los programas formativos de la Fundación, permitiendo que más mujeres encuentren en el oficio y la creación un puente hacia la autonomía económica y emocional. Las entradas funcionan como donación: $170.000 por persona o paquetes corporativos en modalidad Silver y Gold.
La pasarela no busca tendencias: busca transformar realidades. No busca vender temporada: busca abrir caminos. Porque en un país donde la violencia contra la mujer sigue siendo una estadística cotidiana, La Segunda Primavera demuestra que sí es posible convertir el dolor en belleza y la cicatriz en diseño.
