El Gobierno Nacional confirmó la financiación y continuidad de cuatro de los proyectos de transporte público más importantes del país: la Primera Línea del Metro de Bogotá, la Segunda Línea, la Troncal de la Calle 13 y la Flota Eléctrica Bogotá–Soacha. La firma de los otrosí de cofinanciación garantiza recursos por más de $70 billones, blindando jurídicamente y fiscalmente las obras que transformarán la movilidad de la capital y la región metropolitana. Con esto, el Ejecutivo asegura que los contratos en marcha no quedarán expuestos a cambios administrativos o riesgos políticos.
Uno de los anuncios más destacados es la incorporación de 269 nuevos buses eléctricos, con su infraestructura de carga y sistemas inteligentes de operación para el SITP. Esta flota ampliada permitirá consolidar uno de los sistemas de transporte público eléctrico más grandes de América Latina. Según el Ministerio de Transporte, la inversión total será de $1,5 billones, de los cuales el 62,4 % será financiado por la Nación, cumpliendo con los límites legales de cofinanciación. Más de nueve millones de habitantes de Bogotá y Soacha serán beneficiados.
La viceministra de Infraestructura, Liliana Ospina, afirmó que el acuerdo garantiza estabilidad financiera y continuidad técnica: “Este Gobierno cumple. Ratificamos nuestro compromiso con Bogotá y la región metropolitana. La movilidad del futuro no es promesa: es una obra en marcha”, señaló. Según la funcionaria, el mensaje es claro: cuando hay planeación y responsabilidad fiscal, hay obra pública funcionando y no proyectos detenidos por trámites o disputas políticas.
Con la firma de los otrosí, el Metro de Bogotá —en sus dos líneas— y la Troncal de la Calle 13 avanzarán con estabilidad presupuestal, permitiendo acelerar obras clave como los accesos de integración modal y las conexiones troncales con la Avenida 68 y la Avenida Ciudad de Cali. El Gobierno recalca que no se modifican diseños ni trazados, sino el flujo financiero que asegura que las constructoras sigan ejecutando sin interrupciones. Esto protege la competitividad de la ciudad y evita sobrecostos por demoras futuras.
Las obras asociadas al metro y la Calle 13 representan más de 128.000 empleos directos e indirectos, reducción de tiempos de viaje hasta en un 50 % en los corredores intervenidos y una mejora sustancial en la calidad del aire. El Ministerio destaca que la articulación entre Nación, Distrito y municipios metropolitanos permitirá reducir emisiones, modernizar el transporte masivo y fortalecer el desarrollo urbano alrededor de estaciones y nodos de integración.
El Gobierno también resaltó que la decisión se alinea con el Plan Nacional de Desarrollo “Colombia, Potencia Mundial de la Vida”, que plantea un modelo de movilidad pública eléctrica, accesible y multimodal. La actualización de vigencias futuras —según la cartera— no afecta la estructura técnica de los proyectos, sino que optimiza el uso de los recursos dentro del Marco Fiscal de Mediano Plazo, protegiendo su financiación a largo plazo. El metro, la Troncal 13 y la flota eléctrica serán la base del sistema regional integrado.
Con la consolidación de estos acuerdos, el Ejecutivo busca enviar un mensaje de confianza al sector infraestructura: los megaproyectos no están en riesgo y la región capital tendrá transporte multimodal, limpio y sostenible. La próxima fase será la ejecución coordinada de obras civiles, compras de flota y adecuación eléctrica, con el objetivo de convertir a Bogotá en una de las ciudades con mayor capacidad de movilidad eléctrica en América Latina.
