El día en que una voz colombiana trajo alegrías a toda una generación: Una entrevista con Ariana López

 


Muchas generaciones crecieron junto a la televisión, aquella caja pequeña mágica, que traía imágenes en movimiento, y entretenía tanto a los más chicos como a los más grandes, y sin duda un periodo de grandeza para esta pantalla fue durante las décadas de los 90 de inicio del 2011, época en la que Colombia recibiría la Televisión por Calle, y con ello una diversidad de contenidos provenientes de muchos sitios del mundo.


Películas y series, noticias, alrededor del planeta, y, especialmente, los dibujos animados, aquellas imágenes fantasiosas, creadas por las manos humanas para entretener En especial a los más pequeños, muchos de los que hoy ya son padres, y en los cuales gracias a esa fantasía creada por las caricaturas, dieron enormes sentido a la vida.


Por supuesto, para muchos entre la inocencia de la infancia, y las grandes locuras de la imaginación, creían que esas figuras estaban vivas que sus voces eran las de esos personajes, jamás imaginando que en estudios de grabación Se doblaba a esos personajes provenientes de regiones como los Estados Unidos, Europa o Japón, y que fueron para muchos ejemplos o simplemente divertimiento para la vida más joven.


Al paso del tiempo, mientras muchos llegaban a la vida adulta, comenzaron a tener nostalgia de ese pasado, que entre risas y alegría traían los dibujos animados, así naciendo eventos que traían en grandes salones a los creadores de esas piezas que sacaron tantas sonrisas y los actores de doblaje en el caso del español saldrían de esos personajes para conocer sus rostros.


Así Arianna López ha logrado lo que pocos artistas de la voz consiguen: trascender fronteras con talento, disciplina y pasión. Nacida en Pereira y formada entre Cartago y Bogotá, se ha convertido en una de las actrices de doblaje más reconocidas de América Latina, dando vida a personajes entrañables de la televisión animada y la cultura pop. Su voz, capaz de moverse entre la ternura y la fuerza, se ha convertido en un sello distintivo del doblaje contemporáneo.


Radicada desde hace más de una década en Miami, López ha sido la voz en español latino de Timmy Turner en Los padrinos mágicos, Wendy Testaburger en South Park y múltiples personajes en producciones de Disney, Nickelodeon y Cartoon Network. Su carrera combina formación actoral, sensibilidad artística y una comprensión profunda del lenguaje emocional detrás de cada palabra. Hoy, sigue inspirando a nuevos talentos y abriendo espacio para las voces colombianas en el mercado internacional.


Desde Revista Impacta, conversamos con esta artista que ha hecho historia en el doblaje latino. En un diálogo lleno de sensibilidad, Arianna López comparte su trayectoria, sus aprendizajes y su visión sobre los retos que enfrenta su oficio en tiempos de inteligencia artificial y transformación tecnológica.


Director Impacta: Arianna, eres una de las voces más queridas del doblaje latino. ¿Cómo comenzó tu historia con la actuación y qué te llevó a descubrir el poder de la voz?

Arianna López: Desde niña sentía una fascinación por las voces detrás de los personajes animados. Empecé en Colombia haciendo locución comercial y teatro, pero fue el doblaje el que me enamoró por completo. Comprendí que la voz podía ser una herramienta para emocionar y transformar, que podía contar historias sin aparecer en escena.


D.I.: Muchos te recuerdan como la voz de Timmy Turner, un personaje icónico de una generación. ¿Qué significó para ti ese papel y cómo te marcó profesionalmente?

A.L.: Fue un reto enorme y una bendición. Timmy Turner me abrió las puertas del doblaje internacional. Era un personaje lleno de energía, ingenuidad y ternura, y me permitió jugar con todos los matices de la voz. Gracias a él, mi trabajo empezó a resonar fuera de Colombia, y entendí que desde nuestra región también podíamos competir con los grandes estudios.


D.I.: Además de Los padrinos mágicos, has doblado a personajes en series como South Park y Modern Family. ¿Cómo abordas la versatilidad que exige dar vida a mundos tan distintos?

A.L.: La clave está en la escucha y la observación. Cada proyecto tiene su propio tono, su propio ritmo emocional. Paso horas estudiando a los actores originales y el contexto de la historia para poder transmitir la esencia del personaje sin perder la naturalidad del idioma. El doblaje es un acto de empatía: habitar la voz de otro sin perder tu identidad.


D.I.: Colombia ha visto surgir nuevos talentos en doblaje. ¿Qué consejo darías a quienes sueñan con seguir tus pasos?

A.L.: Les diría que trabajen su voz como un instrumento, pero también su alma como intérpretes. No basta con imitar; hay que sentir. Estudien, lean, canten, respiren el arte. Y, sobre todo, entiendan que el doblaje no es solo técnica, es respeto por la historia que se cuenta y por el público que la recibe.


D.I.: En tiempos donde la inteligencia artificial empieza a replicar voces, ¿cuál crees que es el mayor desafío para tu profesión?

A.L.: La tecnología puede imitar el sonido, pero no la intención ni la emoción. El desafío es mantener viva la humanidad en la voz. La IA es una herramienta, no una amenaza, siempre que recordemos que el alma no se programa. Nuestra tarea como artistas es seguir creando desde la autenticidad y la sensibilidad, porque ninguna máquina puede reemplazar la verdad de una interpretación.

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