El comercio bilateral entre Colombia y Estados Unidos dio un giro favorable para el sector agroexportador, luego de que la Casa Blanca expidiera una Orden Ejecutiva que excluye a varios bienes colombianos del arancel recíproco del 10%. La medida, que modifica el alcance de la Orden 14257 del 2 de abril, permitirá que productos estratégicos como café, banano, aguacate, cacao, limón Tahití y uchuva mantengan su ingreso sin sobrecostos al principal mercado para las exportaciones no minero energéticas del país. El alivio regulatorio llega en un momento de fuerte crecimiento del comercio agrícola.
Entre abril y septiembre, las ventas externas de bienes agropecuarios hacia Estados Unidos alcanzaron US$2.392,7 millones, un aumento del 23,1 % respecto al mismo periodo del año anterior. De ese total, el café aportó cerca del 42 %, consolidándose como el producto más relevante de la canasta exportadora. La eliminación del gravamen recíproco preserva la competitividad de un sector que ya venía enfrentando mayores costos logísticos y presiones de precios internacionales.
El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) explicó que la decisión estadounidense responde a un proceso de diálogo técnico reservado, en el que se logró mantener el esquema arancelario más favorable dentro de los escenarios posibles. La ministra Diana Marcela Morales Rojas enfatizó que Colombia ha actuado con rigurosidad y coherencia, ajustándose a las reglas de confidencialidad propias de estas negociaciones y preservando un trato equilibrado frente a otros países del hemisferio. Los intercambios técnicos, añadió, continúan activos.
En productos como aguacate y limón Tahití, la medida corrige una desventaja temporal frente a México, país que ya operaba sin el arancel mientras avanzan sus negociaciones bilaterales. Para Colombia, la nueva orden ejecutiva nivela la cancha comercial y reduce el riesgo de pérdida de mercado, justo en un momento de fuerte expansión de la cadena de aguacate Hass y de recuperación del sector citrícola. El ajuste también contribuye a mantener la estabilidad de los contratos agrícolas con destino a Estados Unidos.
En el caso del café, el panorama es distinto: la eliminación generalizada del arancel recíproco deja a todos los países en tarifa cero, como ya lo hacía el trato de Nación Más Favorecida (NMF). La única excepción es un país con orden ejecutiva particular que mantiene tratamiento diferencial, lo que podría generar una ventaja temporal pero no asociada a acciones específicas de ninguna institución colombiana. El MinCIT insistió en que esta situación no debe interpretarse como un beneficio gestionado ni como un logro sectorial.
Más allá de la coyuntura arancelaria, el Gobierno subrayó los rezagos estructurales de la institucionalidad cafetera, señalados históricamente por análisis técnicos y auditorías independientes: baja eficiencia en el uso de recursos, costos administrativos elevados, limitada capacidad de transmisión de beneficios y falta de modernización. La ministra Morales recordó que el presidente Gustavo Petro ha insistido en la necesidad de reordenar esta arquitectura, fortalecer cooperativas y facilitar crédito mediante instrumentos de Bancóldex y otras entidades.
El MinCIT señaló avances en competitividad, acompañamiento técnico y encadenamientos productivos, con el objetivo de integrar al café y otros productos agrícolas en cadenas globales más dinámicas. Estas reformas buscan corregir desequilibrios históricos y asegurar que la institucionalidad opere en función del interés general de las familias productoras. En un entorno internacional volátil, la protección de sectores sensibles exige precisión técnica y decisiones estratégicas para blindar el tejido agroexportador.
La ministra Morales Rojas concluyó que Colombia mantiene una política comercial sólida, orientada a fortalecer su aparato productivo, proteger a los sectores vulnerables y garantizar competitividad en mercados estratégicos. La exclusión del arancel recíproco representa un alivio inmediato para las exportaciones agropecuarias, pero también un llamado a avanzar en modernización institucional y mayor eficiencia sectorial. Estados Unidos seguirá siendo un destino determinante para impulsar crecimiento, empleo rural y diversificación exportadora.
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Economía
