Ecosistema Empático de Educación Superior inicia gira nacional para articular academia, territorio y desarrollo sostenible

 

Tras el primer taller realizado en Barranquilla, el Ecosistema Empático de Educación Superior anunció una gira nacional que conectará a universidades, comunidades, entidades públicas y sector productivo en torno a los desafíos del desarrollo sostenible, la paz y la transformación social. La iniciativa es liderada por el Ministerio de Educación Nacional y el comité promotor del Ecosistema.

Durante los próximos meses se desarrollarán siete encuentros regionales en el Pacífico, Centro, Oriente, Eje Cafetero, Amazonía y Orinoquía, donde se construirán hojas de ruta territoriales que fortalezcan la relación entre la educación superior y los retos locales. El propósito es que la academia deje de operar de forma aislada y se convierta en agente articulador del cambio en los territorios.

Cada región trabajará a partir de una de las seis misiones transformadoras definidas por el Gobierno del Cambio: Desarrollo Rural Integral; Vida y Desarrollo Sostenible; Transición Energética Justa; Tecnologías Convergentes; Salud y Soberanía Sanitaria; y Educación para la Transformación y la Paz. El modelo combina trabajo técnico, diálogo comunitario y co-creación de proyectos interinstitucionales.

El Caribe fue la primera región en activar el proceso el pasado 21 de octubre, en la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla, donde se priorizó la misión de Desarrollo Rural Integral. Allí se identificaron siete desafíos estratégicos vinculados a productividad sostenible, innovación territorial y fortalecimiento de capacidades locales, los cuales serán base para proyectos de impacto regional.

“El Caribe ha demostrado su capacidad de pensar el territorio con empatía, reconociendo su diversidad y su riqueza cultural. Este ejercicio muestra que el desarrollo rural debe construirse con la participación de todos los sectores”, afirmó el viceministro de Educación Superior, Ricardo Moreno Patiño, al destacar la metodología de trabajo colaborativo que se replicará en las siguientes regiones.

Con esta ruta, el Ecosistema Empático se consolida como una plataforma de articulación entre la academia, el Estado, las comunidades y el sector productivo. Su meta es cerrar brechas territoriales, fortalecer capacidades locales y conectar formación, investigación e innovación con los desafíos sociales, económicos y ambientales del país.

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