Barranquilla no está esperando a Hollywood: lo está construyendo desde sus barrios. Con más de 5.000 jóvenes inscritos en tiempo récord, la alianza entre la Alcaldía de Barranquilla y SMARTFILMS® —el festival de cine hecho con celular más grande del mundo— está marcando un hito en la formación audiovisual latinoamericana. La ciudad, que en los últimos años ha reforzado su vocación creativa y tecnológica, ahora apuesta por convertir sus calles, buses, esquinas y parques en locaciones cinematográficas de escala urbana.
La respuesta de la juventud fue inmediata: 2.338 inscritos del Suroccidente, 1.504 del Suroriente y 1.213 de la Metropolitana confirmaron que la narrativa audiovisual ya no es un lujo, sino una herramienta cultural de acceso masivo. Las primeras clases gratuitas iniciaron con contenidos sobre guion, fotografía móvil, dirección y montaje, demostrando que, en 2025, un smartphone puede ser la cámara, el estudio y la sala de edición al mismo tiempo.
Yesenia Valencia, CEO de SMARTFILMS®, lo resume así: “El talento ya estaba ahí, en los barrios y en el transporte público. Lo que faltaba era una plataforma que creyera en ellos. Esta ciudad vibra con una energía creativa brutal, y eso es lo que estamos viendo en cada historia que están filmando”. La apuesta combina inclusión social, economía creativa y formación 4.0, alineada con el objetivo de que los jóvenes no solo graben, sino produzcan su primer portafolio profesional.
El reto central de esta edición: contar la transformación de Barranquilla desde el progreso urbano, el turismo sostenible y el tejido comunitario. De los 5.000 inscritos, 500 cortometrajes fueron seleccionados para el BOOTCAMP, una clínica intensiva donde serán evaluados en vivo por jurados que mezclan taquilla, industria y técnica. Entre ellos: Dago García —creador de la saga El Paseo—, el actor Ramiro Meneses, el guionista Mauricio Navas y Andrés Valencia, CEO de Stargate Studios Colombia, el laboratorio de VFX que trabaja con producciones de Hollywood.
El proceso no termina en el set: los 50 mejores cortos pasarán a formación especializada en emprendimiento audiovisual, propiedad intelectual, modelos de negocio, marketing digital y contrato profesional, demostrando que el cine móvil no es un hobby, sino una ruta real hacia la economía creativa. Los tres ganadores de la gala final recibirán premios por 18 millones de pesos y acceso prioritario a programas de aceleración cinematográfica.
El proyecto convierte a Barranquilla en laboratorio continental de cine móvil, mezclando política pública, industria cultural y formación tecnológica. Para la Alcaldía, la iniciativa no solo impulsa talento: habilita un ecosistema donde la cámara se democratiza, la creatividad se vuelve política de ciudad y la narrativa audiovisual deja de ser importada para ser producida por quienes habitan la historia.
En palabras de los organizadores: “Barranquilla no está esperando su película. La está filmando”. Y lo está haciendo —como todo lo que cambia el mundo— con un celular en la mano.
Sección
Experiencias

