Abelardo de la Espriella: del bufete a la arena política, el abogado que quiere llegar a la Casa de Nariño

 


A sus 46 años, Abelardo de la Espriella ha pasado de ser uno de los abogados más mediáticos del país a consolidarse como una de las precandidaturas presidenciales más ruidosas del espectro de derecha. Fundador de De la Espriella Lawyers Enterprise, polemista habitual en medios y redes, empresario, escritor ocasional y figura de alto voltaje discursivo, ahora apuesta por transformar su perfil mediático en una plataforma electoral con proyección nacional bajo el movimiento Defensores de la Patria, que inscribirá candidatura por firmas.


Su historia pública no comenzó en la plaza política sino en los estrados judiciales. Durante dos décadas fue conocido por representar a expresidentes, militares, empresarios y figuras de la farándula. Con el tiempo se convirtió en influencer político de línea dura, abiertamente crítico de la JEP, del progresismo y del actual gobierno. Su narrativa se sustenta en una idea: “orden, autoridad y castigo ejemplar para el delincuente”, una fórmula que se inspira en los modelos de Nayib Bukele en El Salvador y de Javier Milei en Argentina, a quienes él mismo ha señalado como referencias de “liderazgo sin complejos”.


En su plataforma programática, el eje central es la seguridad. Propone una reforma profunda al sistema penal, militarización focalizada de ciudades, legalización del porte ciudadano de armas bajo licencia estricta y “mano dura sin negociación” contra bandas criminales. Al mismo tiempo, anuncia recorte drástico del gasto público, reducción de ministerios, ruptura de relaciones diplomáticas con “dictaduras aliadas del terrorismo” —en alusión a Venezuela, Cuba y Nicaragua— y una política exterior alineada a Estados Unidos, Israel y Europa Central.


Su campaña, alejada de los partidos tradicionales, se presentará por firmas. Ha dicho que busca recoger tres millones de respaldos antes de abril de 2026, acompañado de la estructura política de Salvación Nacional, dirigida por Enrique Gómez, hoy su jefe de debate. Para financiarse ha hecho uso de un modelo de mercadeo político inusual: venta de gorras, camisetas y hasta tenis edición limitada con su marca, estrategia que él define como “campaña sin maquinarias ni tamales”.


El golpe mediático de su aspiración llegará mañana: lunes 3 de noviembre, cuando realizará en el Movistar Arena de Bogotá su “Gran Convención Nacional de Defensores de la Patria”. La campaña confirmó que el evento está sold out, con expectativa de más de 15.000 asistentes provenientes de varias regiones, en lo que será presentado como el acto de proclamación simbólica de su precandidatura presidencial. La entrada fue gestionada a través de TuBoleta y, a diferencia de otros actos políticos, no incluye buses, refrigerios ni tamales: “El que llega, llega porque quiere”, repite el abogado en redes.


En el escenario del Arena, De la Espriella anunciará oficialmente su hoja de ruta de gobierno, la estructura de su comité político y la presentación de un “decálogo de la patria”, documento que resumirá sus propuestas bandera. También se espera la intervención de empresarios, militares retirados, víctimas de la inseguridad urbana y líderes juveniles que respaldan su discurso de “orden primero, reformas después”.


Su irrupción genera reacciones opuestas: para unos es la representación de un liderazgo frontal y necesario frente al crimen; para otros, una amenaza populista con tintes autoritarios. Él, sin embargo, asume esa polarización como capital político: “El que quiera tibieza, que busque a otro candidato. Yo no vengo a conciliar con el delito, vengo a ganarle”.


Mañana, los reflectores estarán puestos en el Movistar Arena. En este escenario se verá lo que Abelardo de la Espriella ha logrado, ser un fenómeno de redes que ha vuelto a su proyecto político ser el salto definitivo frente a la controversia mediática frente al camino hacia la Presidencia de la República.

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