“Colombia necesita recuperar la confianza para volver a producir, invertir y generar empleo”: La precandidata presidencial Juana Carolina Londoño habla sobre sus estrategias de cara al 2026

 


En medio de un escenario político marcado por la polarización, la desaceleración económica y el deterioro de las relaciones diplomáticas, Jhonatan Rojas, director de Revista Impacta dialogó en exclusiva con Juana Carolina Londoño, representante a la Cámara por Caldas y precandidata presidencial del Partido Conservador. La dirigente asegura que lo primero que debe recuperar Colombia es “la confianza perdida frente a los inversionistas, los mercados y los aliados históricos”.


Durante la conversación, Londoño lanzó duras críticas a la política exterior del presidente Gustavo Petro, a quien acusa de “romper puentes y aislar al país” en materia comercial y diplomática. Su propuesta plantea una reconstrucción integral de la economía basada en competitividad, atracción de inversión, alianzas productivas y una agenda internacional seria, alejada de lo que califica como “diplomacia basada en redes sociales”.


La congresista afirma que Colombia no solo necesita seguridad económica, sino territorial: reactivar la presencia del Estado, recuperar la moral de la tropa y restablecer las relaciones con Estados Unidos, Israel, Perú, Argentina y otros socios clave. “No se puede hablar de justicia social si el país está paralizado, sin confianza y sin empleo”, sostiene.


Director Impacta. Representante Londoño, ¿cuál es su diagnóstico de la economía colombiana de cara a las elecciones de 2026?


Juana Londoño. La economía está atrapada en un ciclo de desconfianza. La inversión extranjera cayó, los empresarios frenaron decisiones y millones de familias sienten el impacto en su bolsillo: medicamentos más caros, facturas más altas, menos empleo. Colombia necesita reactivar su motor económico recuperando la credibilidad internacional y garantizando seguridad jurídica. Sin competitividad no hay ingresos, y sin ingresos no hay bienestar. Este país no necesita discursos incendiarios, sino estabilidad, producción y reglas claras que estimulen al sector privado y protejan al trabajador.


D.I. Usted ha dicho que la política exterior del gobierno Petro ha sido “errática”. ¿Por qué?


J.L. Porque un país no puede aislarse del mundo por ideología. Las relaciones internacionales se construyen con diplomacia, no con trinos. Hoy tenemos tensiones abiertas con Estados Unidos, Israel, Perú y Argentina, lo que golpea nuestras exportaciones y aleja la inversión. La improvisación en política exterior se traduce en pérdida de empleo, cierre de mercados y fuga de capital. Colombia necesita una estrategia seria y respetuosa que restablezca puentes. La economía no se mueve con consignas: se mueve con confianza.


D.I. El 25 % de las exportaciones colombianas dependen de Estados Unidos. ¿Qué implica la ruptura diplomática y comercial con ese país?


J.L. Un impacto directo sobre la vida real de la gente. No estamos hablando de un choque entre Petro y Trump, sino del ingreso de los caficultores, floricultores y campesinos. Si se rompe la estabilidad comercial, se destruyen empleos y se hunden regiones enteras. Los TLC no se manejan con orgullo ni con insultos, sino con estrategia. Vamos a retomar el diálogo respetuoso con los Estados Unidos para proteger la economía rural, la agroindustria y la inserción de Colombia en mercados globales.


D.I. Hablemos de seguridad: más de 800 municipios tienen presencia de grupos armados. ¿Cómo enfrentaría esa realidad desde la Presidencia?


J.L. Colombia necesita que el Estado llegue primero que la ilegalidad. La extorsión creció 53 %, el secuestro reapareció y los comerciantes trabajan para el crimen. Hay grupos al margen de la ley con mejor tecnología que las Fuerzas Militares. Vamos a aumentar la inversión en seguridad, recuperar la moral de la tropa y actuar con presencia integral: Ejército, justicia y Estado al mismo tiempo. Sin seguridad no hay inversión, sin inversión no hay empleo y sin empleo no hay paz posible.


D.I. ¿Qué propone para reactivar el empleo y el sector productivo?


J.L. El empleo dignifica y libera. Vamos a reactivar alianzas público-privadas, dinamizar proyectos mediante fast-track económico y reducir el exceso normativo que asfixia a los emprendedores. La economía debe moverse con confianza, no con miedo. No se puede castigar al empresario que genera empleo: hay que acompañarlo, darle garantías, desarrollar infraestructura y estimular la innovación. Si Colombia vuelve a ser productiva, los ingresos volverán a los hogares.


D.I. ¿Cómo enfrentar la polarización política que ha dividido al país en los últimos 12 años?


J.L. Con liderazgo femenino firme, sensible y ordenado. La gente está cansada del odio y de la división. Colombia necesita una mujer que una al país, que ponga el tono del diálogo, que sepa resistir y persistir, pero también escuchar. No me mueve la vanidad, me mueve el propósito: devolver esperanza y estabilidad. El país no puede seguir atrapado entre extremos. Hay que hablar menos de ideología y más de soluciones, con respeto y sensatez.


D.I. Usted estuvo en Ciudad de México reunida con Carlos Slim. ¿Qué se trató en ese encuentro y qué representa para su posible gobierno?


J.L. Fue una conversación estratégica sobre inversión, tecnología y encadenamientos productivos. Hablamos de cómo conectar capital internacional con desarrollo regional en Colombia, especialmente en agroindustria, energías limpias y economía digital. Slim reafirmó que Colombia sigue siendo atractiva si recupera su estabilidad institucional. Esa reunión demuestra que nuestra propuesta no es localista, sino global: buscamos que el país vuelva al radar de los grandes inversionistas. Generar empleo también depende de abrir puertas, no de cerrarlas.


D.I. Si obtiene la candidatura del Partido Conservador, ¿participaría en una consulta de coalición con la derecha?


J.L. Sí, sin lugar a dudas. Esto no se trata de egos, se trata de salvar la democracia y evitar otros cuatro años de estancamiento. Si la derecha no se une, el país seguirá en retroceso: jóvenes sin oportunidades, campesinos sin vías, regiones sin inversión. La consulta debe servir para escoger un liderazgo sólido, coherente y competitivo. Estoy lista para construir esa unidad, con orden, resultados y sensibilidad social.

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