Cien años después de su estreno, Bajo el cielo antioqueño —una de las películas más importantes de los inicios del cine nacional— regresa restaurada a la gran pantalla. La Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano, en alianza con la Cinemateca de Bogotá, presenta este 27 de octubre un cine concierto que combina proyección, música en vivo y exposición fotográfica. Será una cita única con la memoria visual de Colombia, justo en el marco del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual.
La función contará con la interpretación en vivo de la Orquesta Filarmónica Juvenil de la Filarmónica de Bogotá, bajo la dirección del Semillero MotiFilm de la Institución Universitaria ITM, que compuso especialmente una nueva banda sonora para esta versión centenaria. La propuesta busca recrear la atmósfera original del cine mudo de 1925, sumergiendo al público en una experiencia sensorial y estética que une el pasado y el presente del arte cinematográfico.
Proyectada originalmente en Medellín en 1925, Bajo el cielo antioqueño fue la primera película argumental producida en Antioquia y una de las pioneras del cine narrativo colombiano. Su realización fue un hito liderado por el empresario y visionario Gonzalo Mejía, quien confió en el talento del director Arturo Acevedo Vallarino —padre del también cineasta Arturo Acevedo Bernal— para contar una historia profundamente local con ambición universal. La cinta fue producida por la Compañía Filmadora de Medellín, abriendo una nueva era para el arte cinematográfico en Colombia.
Ambientada en los paisajes rurales de Antioquia, la película relata el drama amoroso entre Lina y Juan, dos jóvenes que enfrentan la oposición de sus familias, la fuerza de las tradiciones y los prejuicios sociales. Es un relato de amor imposible, pero también una exaltación del trabajo, la fe, la familia y la tierra como símbolos del espíritu antioqueño. La cinta, interpretada por actores aficionados pertenecientes a las élites locales, reflejaba los valores y aspiraciones de una época en la que el país comenzaba a construirse a través de su imagen.
Más allá de su argumento, Bajo el cielo antioqueño se convirtió en un testimonio visual del país que éramos. Sus imágenes en blanco y negro, filmadas en locaciones naturales y con técnicas rudimentarias, hoy constituyen un documento histórico invaluable. La restauración digital llevada a cabo por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano devuelve su brillo original y permite que nuevas generaciones redescubran los orígenes de nuestra cinematografía.
En su recorrido itinerante por Cali, Medellín y ahora Bogotá, el proyecto ha logrado convocar a públicos diversos, demostrando que la nostalgia también puede ser una forma de resistencia cultural. Cada función ha sido acompañada de reflexiones, conciertos y exposiciones que abren el debate sobre la memoria audiovisual y la necesidad de preservar los archivos fílmicos como patrimonio vivo.
La muestra fotográfica que acompaña la función, instalada en la Cinemateca, exhibe imágenes inéditas capturadas por Manuel Lalinde, fotógrafo del largometraje original, cuya donación reciente permitió reconstruir buena parte del registro visual de la producción. Las fotografías, junto con la restauración, son un homenaje al esfuerzo técnico y artístico de quienes, hace un siglo, soñaron con contar historias bajo el mismo cielo que hoy nos cobija.
Este regreso de Bajo el cielo antioqueño no es solo una celebración cinematográfica, sino un acto de memoria colectiva. En una época dominada por la inmediatez digital, revivir esta cinta es detener el tiempo y recordar que el cine nació para observarnos y reconocernos. La proyección del 27 de octubre en la Cinemateca será más que una función: será un viaje en el tiempo, una sinfonía de imágenes y sonidos que reafirma que, incluso cien años después, seguimos contando nuestra historia bajo el mismo cielo.

