Actividades investigativas orientadas por la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales, permitieron detectar un entramado ilícito que habría infiltrado operaciones en contra de estructuras delincuenciales en Bogotá y Cundinamarca, así como esquemas de protección; y obtenido
información de seguridad nacional.
Los presuntos involucrados en estas actividades ilegales fueron identificados como el mayor Pedronel Jiménez Cárdenas, el sargento segundo Cristian Padilla Villanueva y Luisa Fernanda Salgado Fernández.
Estas personas fueron capturadas en diligencias realizadas de manera conjunta con el Ejército Nacional y la Policía Nacional en un inmueble de la localidad de Puente Aranda, en el Cantón Norte y en el Distrito Militar N°3 del Ejército Nacional, en Bogotá. La Fiscalía las presentó ante un juez de control de garantías y les imputó, de acuerdo con su posible participación en los hechos conocidos, los delitos de concierto para delinquir agravado,
simulación de investidura o cargo, revelación de secreto y fraude procesal.
De acuerdo con la investigación, entre marzo de 2024 y abril de 2025, el mayor Jiménez, en su calidad de comandante de una unidad del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas No. 5
(BAFUR 5), habría permitido el ingreso de Salgado Fernández a las instalaciones militares y
la participación en operaciones tácticas y de inteligencia.
La mujer, haciéndose pasar como capitán, es señalada de asumir funciones exclusivas de los oficiales, ingresar a reuniones interinstitucionales y acceder a información de carácter reservado, secreto y ultrasecreto relacionada con indagaciones en curso, composición de los esquemas de seguridad de altos dignatarios y procedimientos judiciales contra estructuras criminales, entre estas el ‘Tren de Aragua’.
En el caso del sargento segundo Padilla Villanueva, los elementos materiales probatorios
indican que sería el encargado de facilitar la entrada de la particular a las instalaciones militares, y permitirle interactuar con la tropa e involucrarse en actividades de inteligencia y entrenamiento táctico.
También se le atribuye la entrega de detalles sobre los movimientos de la unidad y de la
logística para la utilización de equipos de comunicaciones y drones en las misiones, lo que
permitió a la particular disponer de detalles de interés estratégico sin cumplir con los protocolos de seguridad ni contar con autorización.