En Colombia, miles de médicos inician su jornada antes de que amanezca y la concluyen cuando el país ya duerme. Atienden urgencias, recorren territorios olvidados y responden llamados que muchas veces van más allá de lo clínico. En cada consulta se enfrentan no solo a síntomas, sino a historias humanas cargadas de miedo, esperanza y resistencia silenciosa.
Más allá de la bata blanca, los médicos asumen un rol social profundo. Son acompañantes en momentos de crisis, testigos de realidades complejas y, en muchos casos, la única figura de apoyo para personas que viven situaciones de vulnerabilidad. Su labor exige conocimiento científico, pero también sensibilidad, escucha y una capacidad humana que no se enseña en los libros.
Un caso reciente atendido por una médica de emi Falck refleja esta dimensión del cuidado. Durante una consulta domiciliaria, una paciente manifestó síntomas físicos relacionados con el estrés. En el diálogo clínico emergió una realidad más dura: era víctima de violencia intrafamiliar. La médica no se limitó al diagnóstico, permaneció con ella, protegió su integridad y activó los protocolos institucionales necesarios para salvaguardar su vida.
Situaciones como esta ocurren a diario, lejos de los reflectores. Los médicos, especialmente en atención domiciliaria, identifican señales emocionales y sociales que pueden marcar la diferencia entre el riesgo y la protección. Su intervención no solo impacta la salud física, sino la estabilidad emocional y la seguridad de familias enteras.
Según la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (ASCOFAME), en el país ejercen cerca de 127.000 médicos. Sin embargo, detrás de la cifra hay jornadas extensas, alta carga emocional, presión constante y la responsabilidad de tomar decisiones que pueden cambiar destinos. Cada día exige equilibrio entre la técnica y la empatía.
Consciente de esta realidad, emi Falck impulsa un modelo de atención que reconoce que el bienestar del paciente comienza con el bienestar del médico. La compañía promueve formación continua, desarrollo de habilidades humanas y condiciones laborales que permiten ejercer con cercanía, respaldo y calidad, tanto en atención presencial como virtual.
“Detrás de cada avance del sistema de salud hay un médico que lo hace posible. Acompañarlos y brindarles herramientas es nuestra manera de cuidar a quienes cuidan”, afirma Alejandro Rivas, Gerente de la Red Médica de emi Falck y Faculty del Centro de Entrenamiento CEMI para Colombia de la American Heart Association.
En el Día del Médico, el reconocimiento va más allá del agradecimiento simbólico. Es una invitación a valorar las historias invisibles, las decisiones valientes y el compromiso silencioso de quienes sostienen el bienestar del país. Porque cuidar al médico no es solo un acto de justicia: es una apuesta por la salud y la dignidad de Colombia.
