Crecer con propósito: la IA ética se consolida como ventaja competitiva en América Latina según IBM

 


La inteligencia artificial ética dejó de ser un concepto aspiracional para convertirse en un factor estratégico con impacto directo en los resultados empresariales. Así lo revela un nuevo estudio del IBM Institute for Business Value, realizado en colaboración con el Notre Dame-IBM Tech Ethics Lab, que identifica una correlación clara entre la inversión en prácticas de IA ética y el desempeño de las organizaciones, especialmente en América Latina.


De acuerdo con el informe, los ejecutivos de la región planean casi duplicar su inversión en IA ética, pasando del 5,4 % del presupuesto total de IA en 2023 al 11 % en 2026. Este aumento refleja un cambio de mentalidad: la ética ya no se concibe solo como un requisito regulatorio, sino como un componente central de la estrategia de negocio y de la sostenibilidad a largo plazo.


Los beneficios son tangibles. El 57 % de los ejecutivos latinoamericanos afirma que la adopción de prácticas de IA ética ha fortalecido la confianza de los clientes y ha mejorado la calidad de los productos y servicios. A esto se suma una percepción positiva en términos de reputación corporativa y mitigación de riesgos, factores cada vez más determinantes en mercados altamente competitivos y expuestos al escrutinio público.


Entre los principales impactos reportados en la región destacan el aumento de la confianza (66 %), el fortalecimiento de la reputación empresarial (53 %) y la reducción de riesgos reputacionales (51 %). Estos resultados confirman que la ética aplicada a la IA no solo protege a las organizaciones, sino que también potencia su valor de marca y su relación con los distintos grupos de interés.


En el plano operativo, el estudio evidencia mejoras concretas en indicadores de negocio durante el último año. Las organizaciones que implementaron IA ética reportaron avances en métricas de clientes como satisfacción, retención y recomendación (22 %), prevención de incidentes relacionados con el uso de IA (21 %), mayor adopción de soluciones basadas en inteligencia artificial (18 %) y ganancias en eficiencia y efectividad operativa (15 %).

Sin embargo, el camino no está exento de obstáculos. El 53 % de los ejecutivos en América Latina reconoce que las preocupaciones éticas siguen siendo una barrera clave y que la generación de confianza representa un desafío interno importante. La explicabilidad de los modelos, el sesgo algorítmico y la confiabilidad de los sistemas son señalados por otro 53 % como frenos para una adopción más amplia.


La tensión entre los objetivos de negocio y los valores éticos también persiste: el 69 % de los líderes afirma enfrentar este dilema de manera recurrente. A ello se suman desafíos estructurales como la escasez de talento especializado (69 %), las dificultades para capacitar a gran escala (53 %) y las limitaciones de recursos financieros (60 %), factores que ralentizan la consolidación de marcos éticos robustos.


De cara al futuro, el avance de la IA agéntica plantea nuevos retos. El 71 % de los ejecutivos considera que estos sistemas, cada vez más autónomos, requerirán directrices éticas más estrictas, y el 64 % admite que será necesario repensar de forma profunda los marcos actuales de IA ética. El estudio concluye que, en este escenario, la supervisión ética no solo será clave para el cumplimiento normativo, sino un verdadero motor de crecimiento y resultados empresariales medibles.

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