MTV, la cadena que redefinió la forma de consumir música en televisión desde 1981, anunció el cierre definitivo de varias de sus señales temáticas musicales a partir del 31 de diciembre de 2025. La decisión hace parte de una reestructuración global de Paramount Global, empresa dueña de la marca, que busca reducir costos y concentrar esfuerzos en el negocio del streaming. Con ello desaparecen canales como MTV Music, MTV 80s, MTV 90s, MTV Live y Club MTV, los cuales aún operaban en sistemas de TV paga en Europa, América Latina y otros mercados.
El anuncio causó impacto entre fanáticos, críticos culturales y músicos que crecieron con la señal como referente audiovisual. Durante cuatro décadas, MTV fue mucho más que un canal: fue un fenómeno cultural que transformó la publicidad, la moda, la narrativa televisiva y la relación entre música e imagen. El cierre confirma lo que el mercado ya venía advirtiendo: el videoclip dejó de depender de la televisión para vivir casi por completo en plataformas digitales como YouTube, TikTok o Instagram.
La caída de audiencia de la televisión lineal, el encarecimiento de las operaciones satelitales y la preferencia de los jóvenes por contenido bajo demanda fueron determinantes en esta decisión. Para Paramount, sostener canales dedicados exclusivamente a la música dejó de ser rentable frente al crecimiento de su plataforma Paramount+. El anuncio, además, se suma al cierre progresivo de otras marcas del mismo grupo, como VH1, que ya había salido del aire en varios países.
En América Latina el impacto es simbólico y emocional. MTV Latinoamérica fue, en los años noventa y dos mil, el puente cultural que conectó a los jóvenes del continente con bandas globales, premiaciones icónicas y el surgimiento de figuras como Shakira, Café Tacvba, Gustavo Cerati, Aterciopelados o Molotov. La señal también impulsó formatos originales como MTV Unplugged, Los 10+ Pedidos, MTV News y posteriormente MTV Latin America Awards, hoy desaparecidos.
Sin embargo, la propia evolución del canal fue diluyendo su esencia. Desde mediados de los 2000, la marca redujo drásticamente la emisión de videoclips y apostó por realities como The Osbournes, Jersey Shore o Acapulco Shore. Ese giro, pensado para sostener la audiencia juvenil, terminó alejando a quienes buscaban la música como núcleo del canal. Para muchos, el cierre de las señales musicales no es una sorpresa, sino la consecuencia lógica de un declive prolongado.
El apagón definitivo obliga a replantear el rol de los medios musicales en la era digital. Mientras la televisión pierde peso, los algoritmos de plataformas como Spotify o TikTok deciden qué artistas se vuelven virales. El videoclip dejó de ser un evento televisivo para convertirse en material de consumo inmediato, multiplicado en miles de pantallas personales. La pregunta ahora es si algún medio volverá a ocupar el lugar de curaduría cultural que tuvo MTV en su mejor momento.
En Colombia, la noticia resuena con nostalgia entre quienes crecieron con el canal desde su llegada en 1993, cuando la señal latinoamericana fue transmitida por cable. MTV fue puerta de entrada a nuevos géneros, estéticas y tendencias en ciudades como Bogotá, Cali o Medellín, y marcó generaciones enteras de televidentes, músicos y productores audiovisuales. Su salida, más que un cambio de programación, representa el cierre de una etapa de la cultura pop regional.
El 31 de diciembre no solo se apagan señales satelitales: se despide un símbolo global de juventud, rebeldía y descubrimiento musical. MTV no desaparece como marca, pero su ADN original —la música como protagonista— queda archivado en la memoria colectiva. Lo que alguna vez fue “Music Television” ahora será recordado como un canal que definió una era y terminó cediendo ante la lógica inevitable del consumo digital.
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