La marca Adidas y la Federación Colombiana de Fútbol revelaron este martes la nueva camiseta de la Selección Colombia que vestirá en el Mundial de la Copa Mundial de la FIFA 2026, a celebrarse en Estados Unidos, Canadá y México. El diseño apuesta por tradición e innovación: fondo amarillo brillante, acentos en azul y rojo, e incluye detalles que homenajean la cultura colombiana desde su patrón gráfico hasta materiales de alta tecnología.
La nueva indumentaria busca convertirse en un puente generacional. Por un lado, recupera la icónica camiseta amarilla que identifica a la Selección desde los años 90; por otro, incorpora un patrón gráfico de mariposas – según fuentes especializadas – que rinde tributo tanto al legado del escritor Gabriel García Márquez como a los paisajes biodiversos del país.
Desde el punto de vista técnico, Adidas ha instalado su nueva tecnología Climacool+, con tejidos de ventilación estratégica, tiras tridimensionales y el nuevo efecto lenticular en el escudo y el logotipo. El objetivo es que los jugadores rindan al máximo en las condiciones que plantea un Mundial de tres sedes.
El hecho de presentar la camiseta con tanizante tecnológico y simbólico adquiere relevancia para Colombia, que busca volver al escenario mundial con fuerza tras superar su ausencia en el torneo anterior. La indumentaria no es solo un uniforme: es un símbolo de la ambición deportiva, el orgullo nacional y la expectativa colectiva.
La reacción de hinchas en redes sociales ha sido inmediata. En YouTube y portales especializados surgieron ya análisis del diseño, algunos elogiando su “amarillo radiante” y el sutil patrón de mariposas, otros criticando la sobriedad del concepto frente a expectativas más audaces. Independientemente del debate, la camiseta ya genera conversación.
En términos comerciales, el lanzamiento marca el inicio de una campaña que combinará merchandising, experiencias de fans y coleccionables globales. Adidas confirmó que la colección oficial estará disponible en línea y en tiendas especializadas a partir del 6 de noviembre.
Para los jugadores del combinado colombiano, la indumentaria trasciende lo estético. “Vestir esta camiseta es asumir una responsabilidad histórica”, señaló uno de los miembros del plantel que prefirió mantener su nombre en reserva. Sobre el terreno de juego, la nueva indumentaria funcionará como emblema de una generación que apunta alto, consciente de que el diseño es parte de la narrativa del equipo.
El desafío de la Selección no es solo lucir bien en el campo: es convencer. Convencer al hincha, al mundo y a sí misma de que está lista para competir por el máximo nivel. La camiseta ya está en las vitrinas. Ahora queda ver si el equipo puede llenar cada hilo con resultados, garra y esencia colombiana. Porque en 2026, la amarilla no es solo color: es compromiso.
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