La Fiscalía General de la Nación presentó ante un juez de control de garantías a Rafael José De La Cruz Álvarez, conocido como alias Luxury, y Jaime Llerena Gutiérrez, alias El Gordo, señalados de integrar una estructura narcotraficante dedicada a modificar contenedores refrigerados para ocultar clorhidrato de cocaína y enviarlo desde el puerto de Barranquilla hacia destinos en España y Países Bajos. La audiencia se llevó a cabo bajo los lineamientos de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico.
A los procesados les fue imputado el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado, cargos que no aceptaron. Tras la solicitud del ente acusador, el juez ordenó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario al considerar que representan un riesgo para la comunidad y podrían interferir en la investigación.
Según los elementos probatorios, la red trasladaba los contenedores a inmuebles fuera del perímetro portuario, donde eran alterados y equipados con caletas diseñadas para esconder paquetes de cocaína sin alterar las condiciones del almacenamiento refrigerado. Una vez contaminados, los contenedores regresaban a la terminal marítima para avanzar en su ruta comercial hacia Europa.
Investigadores establecieron que alias Luxury sería el encargado del componente logístico de la operación. Registros de cámaras de seguridad lo ubican de manera reiterada en la bodega donde se realizaba la manipulación de los contenedores. Además, sería el administrador del inmueble utilizado como centro de acopio y modificación.
Por su parte, alias El Gordo estaría vinculado al traslado y movimiento de los contenedores, facilitando la entrada y salida de los mismos de la zona portuaria sin levantar sospechas. Su rol habría sido determinante para el transporte de las cargas contaminadas durante el proceso de preparación para su envío.
La Fiscalía informó que durante la investigación internacional se lograron incautar 365 kilogramos de clorhidrato de cocaína, en dos procedimientos adelantados por autoridades europeas: uno en Málaga (España) y otro en Róterdam (Países Bajos). Estos hallazgos permitieron rastrear la cadena logística y establecer la participación de los dos capturados.
El expediente continúa en desarrollo, mientras la Fiscalía avanza en la identificación de otros posibles integrantes de la organización, así como en el esclarecimiento de la estructura financiera que habría permitido la operación transnacional.
