Más de 5.000 integrantes del pueblo Zenú se reunieron en una asamblea histórica para recibir 466 hectáreas destinadas a la ampliación de su resguardo ancestral, en un acto encabezado por autoridades del Gobierno nacional. El evento, cargado de simbolismo y memoria, reafirmó el compromiso con la restitución territorial y el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas.
La entrega, realizada en el Polideportivo de San Andrés de Sotavento, representa un paso clave dentro del proceso de Reforma Agraria que busca devolver la tierra a quienes históricamente la han cuidado y defendido. La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, y el director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Juan Felipe Harman, destacaron que este avance beneficia directamente a una comunidad que ha sufrido desplazamientos y violencia, pero que mantiene viva su organización y su legado.
Durante la ceremonia, la ministra Carvajalino invitó al pueblo Zenú a unirse al Pacto por la Tierra y por la Vida, un acuerdo entre comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes para consolidar una Reforma Agraria impulsada desde los territorios. “Es hora de que la tierra vuelva a quienes la trabajan y la cuidan, con justicia, dignidad y participación”, expresó ante los asistentes.
El evento también fue escenario para la firma de un decreto que permitirá la compra de 150.000 hectáreas al Fondo para la Reparación a las Víctimas, destinadas a fortalecer el Fondo Nacional de Tierras. Con esta medida, el país se acerca a la meta del millón de hectáreas adjudicadas, consolidando una de las políticas de redistribución más ambiciosas de América Latina.
El director de la ANT, Juan Felipe Harman, resaltó que por primera vez el pueblo Zenú cuenta con un convenio que le permite participar activamente en la identificación de los predios. “La época de los derechos de petición sin respuesta ha terminado. Ahora, las comunidades serán parte del proceso técnico y de las decisiones sobre su territorio”, afirmó, anunciando además un nuevo convenio de 3.000 hectáreas para la ampliación del resguardo entre Córdoba y Sucre.
Por su parte, Argelio Ávila Gaviria, capitán menor del Guayabo Sur, celebró el cumplimiento de un anhelo histórico. “Durante más de una década no recibimos ni un solo pedazo de tierra, pero hoy, gracias al trabajo conjunto con la Agencia de Tierras, el sueño de nuestras comunidades empieza a hacerse realidad”, dijo al cierre de la ceremonia.
En total, se entregaron siete predios distribuidos entre Sampués, Sincelejo y San Andrés de Sotavento, que fortalecerán la soberanía alimentaria, la conservación ambiental y la revitalización cultural del pueblo Zenú. Esta acción se suma a entregas recientes realizadas a los pueblos Arhuaco, Nasa y Wayuu, en una estrategia que prioriza la justicia territorial como eje del desarrollo rural.
En los últimos tres años, la Agencia Nacional de Tierras ha formalizado y adjudicado más de 110.000 hectáreas a comunidades étnicas, consolidando un avance sin precedentes en la restitución de derechos colectivos. La entrega en Córdoba reafirma que la tierra, más que un bien productivo, es la base del territorio, la identidad y la esperanza de los pueblos que siembran el futuro.
