Bogotá reforzará la protección de sus ecosistemas estratégicos con la firma de un convenio entre la Secretaría Distrital de Ambiente y WWF Colombia, una de las organizaciones ambientales más importantes del mundo. El acuerdo permitirá fortalecer la planeación, administración y medición de la efectividad del Sistema Distrital de Áreas Protegidas (SDAP), que reúne 13.000 hectáreas de humedales, parques de montaña y paisajes sostenibles en la ciudad.
La alianza se enfocará en desarrollar indicadores de conservación, conectividad ecológica y participación comunitaria, así como en mejorar el seguimiento de los planes de manejo de las 32 áreas protegidas que integran el sistema. El convenio será un insumo clave para posicionar a Bogotá como una capital líder en gestión ambiental urbana en América Latina.
La secretaria de Ambiente, Adriana Soto, destacó que el acuerdo permitirá medir con rigurosidad la efectividad de la gestión sobre los ecosistemas del Distrito. “Es una herramienta que nos ayudará a asegurar la conectividad ecológica, incorporar variables de cambio climático y fortalecer la gobernanza con las comunidades que habitan estos territorios”, afirmó.
WWF acompañará la estructuración de métricas técnicas, esquemas financieros y modelos de gobernanza compartida, con enfoque social y de cambio climático. Para su directora ejecutiva, Sandra Valenzuela, este es un paso histórico: “Bogotá será pionera en aplicar un sistema de evaluación de efectividad de áreas protegidas en contexto urbano. Las ciudades también deben asumir un rol activo en la protección de la naturaleza”.
Además del componente técnico, el convenio permitirá consolidar un esquema de financiación sostenible que reduzca la brecha de recursos del sistema de áreas protegidas, integrando presupuesto público, cooperación internacional y aportes privados. La meta: garantizar la protección de los ecosistemas no solo en el corto plazo, sino como política permanente.
El acuerdo respalda una decisión reciente de la administración del alcalde Carlos Fernando Galán, que creó la Dirección de Áreas Protegidas dentro de la Secretaría de Ambiente, un hito institucional que busca elevar el estatus de estos territorios dentro de la planeación ambiental de la ciudad.
Este proceso también fortalecerá el vínculo entre ciudadanía y territorios naturales. La gestión participativa será prioritaria: el convenio reconoce a las comunidades como aliadas esenciales en la defensa de los humedales, cerros, quebradas y áreas de reserva que actúan como pulmones climáticos de Bogotá.
Con esta alianza, la ciudad avanza hacia un modelo de biodiversidad urbana basado en datos, participación y sostenibilidad financiera. Bogotá, que ya lidera políticas de humedales urbanos y corredores ecológicos, da ahora un paso clave para consolidarse como referente iberoamericano en gobernanza ambiental desde las ciudades.
