Mientras el Congreso debate la reforma al sistema de salud, un experto en innovación propone una alternativa tecnológica que podría revolucionar la atención médica en Colombia sin los riesgos de burocratización que han enfrentado otros países.
Colombia cuenta con logros significativos en su sistema de salud: cobertura casi universal (≈95%) y bajo gasto de bolsillo (14% del gasto total en salud). Sin embargo, enfrenta desafíos críticos como 156.412 tutelas en 2022 (≈636 al día hábil), sobreuso de urgencias (58 por cada 100 afiliados, el doble del promedio OCDE) y una crisis financiera que amenaza la sostenibilidad del sistema.
De acuerdo con Juan Manuel Goenaga experto en innovación, es posible implementar en el país una plataforma de inteligencia artificial en salud como pivote transformador del sistema colombiano.
"La salud de los colombianos no debe depender de filas ni trámites. Con IA preventiva podemos anticipar riesgos, acompañar en casa y sostener el sistema financieramente reduciendo costos. Nuestra salud no está en la clínica o en urgencias, se encuentra en nuestro bienestar día a día", afirma Goenaga.
La propuesta incluye beneficios directos como menos hospitalizaciones evitables (ahorro ≈$1,7 billones COP al año), reducción del 30% de urgencias innecesarias y visitas médicas, continuidad en enfermedades crónicas y mejoras medibles en salud mental.
Juan Manuel Goenaga enfatiza que el éxito no depende solo de la IA, sino de un ecosistema industrial completo: "Un plan bien llevado puede llevarnos a tener un estado desarrollado y una economía acelerada. Por eso pienso que la reforma actual le falta ambición".
La propuesta busca impulsar el desarrollo de cinco industrias estratégicas que podrían transformar el ecosistema tecnológico y de salud en el país. En primer lugar, la electrónica médica, con la producción local de pulseras, sensores y textiles inteligentes, permitiría innovaciones accesibles en el cuidado personal.
A esto se suma la industria de los semiconductores, orientada a la creación de chips de bajo costo para inteligencia artificial local (edge computing) y el desarrollo de la industria Textil Inteligente, con lo cual se fortalecería la autonomía tecnológica. En tercer lugar la transción a la minería verde se plantea como una alternativa para la transformación responsable de materiales como grafeno, cobre, litio y tierras raras, esenciales en la transición energética, semiconductores e inteligencia artificial. El cuarto eje es la conectividad, con el objetivo de reducir la brecha digital que afecta a las zonas rurales, donde actualmente solo el 28,8 % de los hogares cuenta con acceso a internet.
Finalmente, se contempla la interoperabilidad de datos clínicos mediante la adopción de estándares internacionales HL7-FHIR, lo que garantizaría mayor eficiencia en el intercambio de información en el sector salud.
La plataforma tecnológica propuesta integraría capacidades revolucionarias, entre ellas agentes inteligentes de prevención capaces de ofrecer entrenamiento físico, nutricional y de salud mental personalizados en tiempo real; sistemas de predicción de riesgos que anticipen complicaciones asociadas a enfermedades como hipertensión, diabetes, depresión y caídas; y el uso de sensores y dispositivos portátiles para un monitoreo continuo de la variabilidad cardíaca, el sueño, la movilidad y la adherencia terapéutica.
“Cuando hablamos de optimizar, es crear una optimización cuántica del sistema de pagos del servicio de salud para mejorar la experiencia del cliente. Quiero que mi salud sea igual aquí en Bogotá o en un resguardo indígena", explica Goenaga.
La propuesta hace un llamado específico a:
- Gobierno y Congreso: Crear un plan de innovación cuántica en salud, incluir IA preventiva en el Decreto 0858, asegurar financiamiento a ecosistemas tecnológicos y capacitar líderes sociales en tecnologías emergentes.
- Academia y empresa: Formar clústeres en salud digital, construir alianzas universidad-empresa, aumentar revistas científicas y capacitación nacional en habilidades blandas.
- Sociedad: Exigir prevención como derecho, fortalecer construcción familiar, mantener resiliencia durante la transición y construir fundamentos en habilidades blandas e innovación.
No obstante, el plan requiere aumentar la inversión en I+D del actual 0,3% del PIB a mínimo 4%, necesario para escalar la industria sanitaria nacional. Como concluye el experto: "El desarrollo de estas industrias está limitado a la empresa privada mientras el estado no está creando conocimiento ni generando innovación. Es obvio que el desarrollo se debe lograr en la sinergia de ambas partes".