El cáncer de mama es el tipo más frecuente de neoplasia diagnosticada en las mujeres y la principal causa de muerte oncológica. Según las estimaciones del Global Cancer Observatory (GLOBOCAN), en 2022 se presentaron 2.308.897 casos nuevos de esta enfermedad, lo que representa el 11,6 % de todos los diagnósticos de cáncer en el mundo. Además, para el mismo año, se registraron 666.000 muertes asociadas a esta patología, representando el 6,9 % del total de muertes relacionadas con el cáncer. En Latinoamérica y el Caribe, en 2022, se registraron 59.701 fallecimientos atribuibles al cáncer de mama, cifra que corresponde al 8 % de los decesos por enfermedades oncológicas en la región.
En Colombia, según la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), en 2022 se estimaron 17.018 casos nuevos de cáncer de mama y 4.752 muertes a causa de esta enfermedad. Este tipo de cáncer fue el más frecuente, representando el 14,5 % de todos los casos de cáncer diagnosticados en hombres y mujeres, seguido por el de próstata con un 14,0 % (11). Para 2025, se proyecta que en el país se diagnosticarán 17.971 nuevos casos de cáncer de mama, lo que implica un aumento del 5,6 % en comparación con 2022.
En este contexto, la adopción de prácticas de autocuidado, la participación en programas de tamizaje y la detección temprana se convierten en los factores protectores más poderosos para cambiar el curso de esta enfermedad. Desde el Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo (CTIC), la doctora Sandra Franco, directora clínica, asegura: “En el Centro trabajamos en la promoción y en un diagnóstico temprano y oportuno. Por eso, invitamos a todas las mujeres a unirse a nuestra campaña ‘Un lazo que nos une a todos’, a través del examen clínico, la mamografía y el autoexamen para detectar a tiempo alguna anomalía; la detección temprana aumenta la probabilidad de supervivencia”.
Asimismo, es importante destacar que las investigaciones muestran que, cuando el cáncer de mama se detecta a tiempo, las probabilidades de éxito en el tratamiento son significativamente más altas. La American Cancer Society menciona que, cuando se diagnostica en etapas localizadas, la tasa de supervivencia a cinco años es del 95 %. Sin embargo, este porcentaje disminuye drásticamente cuando el cáncer se diagnostica en etapas avanzadas.
La American Cancer Society explica que existen diversos tipos de cáncer de mama; el tipo se determina por la clase específica de células afectadas en el seno. Algunos tipos de cáncer pueden desarrollarse en el seno, como los sarcomas, pero no se consideran cánceres mamarios debido a que se originan en células que no pertenecen al seno. Los cánceres mamarios también se clasifican según características de las células, como algunas proteínas o genes que pueden variar entre tipos de cáncer.
Sobre los factores de riesgo, la OMS destaca que algunas circunstancias aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama; entre ellas, el envejecimiento, la obesidad, el consumo nocivo de alcohol, los antecedentes familiares de cáncer de mama, el historial de exposición a radiación, el historial reproductivo (como la edad de inicio de los periodos menstruales y la edad en el primer embarazo), el consumo de tabaco y el tratamiento hormonal posterior a la menopausia. Alrededor de la mitad de los casos de cáncer de mama corresponden a mujeres sin ningún factor de riesgo identificable.
Los antecedentes familiares de cáncer de mama aumentan el riesgo de padecerlo, pero la mayoría de las mujeres a las que se les diagnostica cáncer de mama no tienen antecedentes familiares conocidos de la enfermedad. La falta de antecedentes familiares conocidos no necesariamente significa que una mujer esté menos expuesta a padecer cáncer de mama.
El CTIC hace hincapié en los síntomas que la población debería tener en cuenta:
- Crecimiento o engrosamiento en el seno, a menudo sin dolor.
- Cambio en el tamaño, forma o aspecto del seno.
- Aparición de hoyuelos, enrojecimiento, grietas u otros cambios en la piel.
- Cambio en el aspecto del pezón o en la aréola.
- Secreción de líquido anómalo o sangre a través del pezón.
Sobre lo anterior, la doctora Franco explica que “el único examen capaz de detectar el cáncer de seno es la mamografía. Por esto, desde el CTIC se recomienda hacer este examen a partir de los 40 años para diagnosticar a tiempo, ya que, por el tamaño de la masa interna, es muy difícil la detección a través del tacto. Sin embargo, también hacemos un llamado a las mujeres a conocer su glándula mamaria para que, a través del autoexamen mensual, se acuda al especialista de manera oportuna”.
n el mes de la lucha contra el cáncer de mama, el CTIC se une al llamado mundial para toda la población, especialmente a las mujeres, quienes son las mayormente afectadas por esta enfermedad, a que acudan a tiempo al médico y que, anualmente, se realicen la mamografía —recomendablemente desde los 40 años— y el autoexamen mensual para detectar anomalías.