¿Cuál es la historia del “Pulpo de la 50” que será demolido para dar paso a la “Nueva 13?

 


Una nueva obra de ingeniería se abre paso en Bogotá, más específicamente en la localidad de Puente Aranda, reemplazando los antiguos puentes de la calle 50, que han sido símbolo de progreso en este sector de la ciudad, por más de 40 años, y quedarán paso a una nueva obra de infraestructura base para la nueva calle 13 en el occidente de la capital.


Lo curioso de este punto de la capital es que desde tiempos de la colonia siempre ha tenido un puente como protagonista y cercano a la demolición de esta estructura construida a inicios de los años 80, Sigue siendo un punto de conexión vital entre el centro y el occidente de Bogotá, por eso se ha hecho un breve recuento de la historia de este lugar que le dio nombre a toda una localidad en la capital.


La historia de este punto, epicentro fundacional de la localidad, Puente Aranda se origina en el siglo XVI, con la construcción de un puente en la tierra fangosas, perteneciente al español, Juan de Aranda, tierras entregadas por el oidor Francisco de Anuncibay, una parte de los terrenos se utilizó para la construcción de un puente que conectaría el centro de la ciudad de Bogotá con la vía a Honda en el departamento del Tolíma.

En este mismo lugar pasaron diferentes experiencias a lo largo del periodo independentista, incluso Siendo punto de salida de libertador, Simón Bolívar, para continuar con el proceso de las batallas que dieron libertad a otras regiones de Sudamérica, entre ellas, Ayacucho y Pichincha.


El Puente de Aranda sirvió por muchos años hasta bien entrado el siglo XX, convirtiéndose en un punto de conexión entre una ciudad que crecía a ritmo acelerado desde los años 30, hasta la zona occidental del país, sin embargo, ya este espacio poco a poco se transformaría, gracias al desarrollo industrial de este sector de la ciudad.


Durante la década de los 40, tiempos donde la industrialización de la capital del país se trasladaría de zonas como el barrio Samper Mendoza en el centro, al occidente de la ciudad, desarrollándose una de las primeras zonas industriales reconocidas de la capital, además, la existencia del Aeródromo de techo predecesor del Aeropuerto El Dorado, obligó a la administración de ese entonces de Bogotá a la construcción de una vía que conectara de manera Rápida esta terminal aérea, con el centro del poder, dándole paso a la Avenida de las Américas, y así este puente, poco a poco perdería relevancia, dada la construcción de estas vías que conectarían a la capital.


Llegaría a la década de los 50, y poco a poco esta estructura daría paso a otros proyectos, encontrándose justo al lado del antiguo puente colonial, el monumento a Al descubrimiento de América, estatua, alusivas al descubridor de América Cristóbal Colón y la reina Isabel de Castilla, Estas esculturas estarían hasta finales de los años 70, cuando finalmente el distrito bajo la administraciónde Aníbal Fernandez de Soto en 1974, se decide la construcción de una serie de fuentes que conectarían la Calle 13, la avenida de las Américas y la calle 50, permitiendo agilizar la movilidad de la zona industrial de Puente Aranda.


Así, dos años, después, comenzarían los diseños y posterior a ello, el retiro de las estatuas del descubrimiento de América o conocidas, como las estatuas de los Reyes Católicos, Demoliendo, finalmente, el famoso puente colonial en 1977, E, iniciando las obras de lo que se conocería varios años, después como él “Pulpo de la 50”.


En 1982, bajo la administración de Hernando Durán Dussan, alcalde de la época, inauguraría estos puentes que se convertirían en un punto neurálgico para la comunicación de un occidente de Bogotá, cada vez más grande con diversas zonas de la capital incluyendo puntos como Corferias, el centro de la ciudad e inclusive una conexión más rápida a otras vías como la Calle 26, o el mismo sur de Bogotá.


Han pasado 43 años, y estos puentes, que en su momento fueron construidos con estructuras de hormigón y fibrocemento, Quedaron cortos frente a la realidad, urbanística de la capital, iniciándose así un nuevo proyecto, a inicios de esta década, que diseñó una nueva vía que conectaría de manera rápida a Bogotá, incluyendo la nueva troncal de Transmilenio sobre la Calle 13, que inicia obras en este 2025, Haciéndose necesario la demolición de esta estructura, y dando paso a un nuevo ramal de Puentes, que conecten este sector de la ciudad.


Será una estructura de puentes de tres niveles, contando con el primer nivel para vehículos particulares, el segundo en forma de rotonda donde pasará Transmilenio tanto de la Troncal Américas como de la nueva Calle 13, y finalmente un tercer nivel destinado al tráfico mixto, además, a nivel de piso se corregirá un error existente desde la construcción de los puentes de los años 80, conectando la Carrera 50, permitiendo que exista una vía alternativa para conectar el norte con el sur de la ciudad.


“En una Bogotá que avanza, la nueva 13 será un punto fundamental para el futuro de la movilidad de la ciudad, por lo que en un plazo de 3 años construiremos esta primera fase que permitirá avanzar en un proyecto que es necesario para los ciudadanos como para el comercio y la industria” aseguró el alcalde mayor Carlos Fernando Galán a pocas horas de la demolición de estos puentes que en su momento fueron una proeza de la ingeniería colombiana.


Espera que alrededor de tres años dure este proyecto, revisándose diversas alternativas en movilidad que permitan disminuir El estrés vehicular en este punto clave para la conectividad de Bogotá.




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