Cada 29 de septiembre se conmemora el día mundial del corazón, una inicia/va de la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el año 2000. La Cuenta de Alto Costo (CAC) se une a la campaña 2025, cuyo lema es
“No pierdas un latido”, con el fin de generar conciencia, inspirar a la acción y celebrar la salud cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de muerte en el mundo. No obstante, pueden prevenirse mediante la detección temprana de sus factores de riesgo, el
acceso oportuno a la atención y la promoción de decisiones saludables relacionadas con la
nutrición y la actividad Tsica.
Avances en la gestión del riesgo cardiovascular
El riesgo cardiovascular corresponde a la probabilidad de que una persona sufra un infarto,
un derrame cerebral u otro evento cardiovascular en un período determinado. Evaluarlo ayuda a identificar a las personas con mayor vulnerabilidad, orientar las decisiones médicas y definir las metas de tratamiento personalizadas. En el marco de esta conmemoración, la Cuenta de Alto Costo (CAC) resalta la importancia de no perder de vista los factores que influyen en la salud del corazón y de avanzar hacia una gestión más integral del riesgo.
La actualización del consenso de nefroprotección incluyó nuevos indicadores como la circunferencia de cintura, el colesterol no-HDL y la evaluación del riesgo cardiovascular. Esta incorporación representa un avance clave, ya que complementa las mediciones vigentes y permite un análisis más completo del perfil cardiometabólico, fortaleciendo la capacidad de detección, seguimiento y prevención personalizada de la enfermedad cardiovascular (ECV).
El consenso recomienda el uso de escalas de riesgo validadas para Colombia, como JACC (ASCVD ajustada), Framingham, QRISK3, HEART score de la OPS y PREVENT. En cuanto a la obesidad, el IMC por sí solo no refleja de manera adecuada el riesgo cardiometabólico, ya que no capta la acumulación de grasa abdominal.
Por ello, la circunferencia de cintura se ha convertido como una medida práctica y confiable. Se toma a la altura media entre la última costilla y la cadera, y se recomienda que sea inferior a 94 cm en hombres y 80 cm en mujeres.
De forma complementaria, evaluar el riesgo de ECV únicamente con el colesterol LDL resulta insuficiente, ya que no incluye todas las particulas que pueden afectar las arterias. El colesterol no-HDL brinda una visión más completa, al correlacionarse con el total de lipoproteínas aterogénicas y demostrar un mayor poder predictivo frente al riesgo de infarto
y mortalidad cardiovascular.
Resultados de la gestión
Durante 2024, la mayoría de los departamentos alcanzó un cumplimiento alto en la meta de
control de la presión arterial (<140/90 mmHg) en la población con hipertensión arterial y
diabetes mellitus.
En este mismo periodo, se observó un desempeño positivo en el control de algunos factores metabólicos. Todos los grupos de riesgo alcanzaron un control glicémico óptimo. En cuanto al colesterol LDL, las poblaciones con solo hipertensión arterial o solo diabetes mellitus se
mantuvieron muy cerca del cumplimiento de la meta.
Cada año, la CAC publica un libro donde se analiza la situación de las personas con diabetes,
hipertensión arterial y enfermedad renal crónica en el marco del aseguramiento en Colombia. En este documento está la información de la gestión de riesgo para las diferentes poblaciones de interés y las distintas desagregaciones disponibles, detallando el seguimiento a los factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial, la hemoglobinaglicosilada, el colesterol LDL y el índice de masa corporal.
Recuerde que puede consultarlo de manera gratuita en link del libro hkps://bit.ly/41RhaWe