La Fiscalía General de la Nación radicó el escrito de acusación contra Elder José Arteaga Hernández, alias Chipi, y William Fernando González Cruz, alias El Hermano, por su presunta responsabilidad en el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en el barrio Modelia, al occidente de Bogotá. El crimen estremeció al país y abrió una investigación prioritaria dentro de la entidad.
Según el ente acusador, Arteaga Hernández habría sido el encargado de coordinar el plan criminal, asignar funciones a los demás implicados e intervenir tanto en la fase de preparación como en la ejecución del ataque. De acuerdo con el expediente, varias reuniones previas al homicidio se habrían realizado el 4 de junio y en días posteriores, en la localidad de Bosa y otros sectores de la capital.
Los investigadores sostienen que alias Chipi habría realizado labores de vigilancia y seguimiento a la víctima, además de reconocer previamente el lugar donde se ejecutó el atentado. También habría sido la persona que entregó el arma de fuego al menor de edad que disparó contra el senador Uribe Turbay, lo que constituye un agravante por uso de menores para cometer delitos.
La Fiscalía estableció que, tras el ataque, Arteaga Hernández habría recorrido la zona junto a Katherine Andrea Martínez Martínez para verificar que el homicidio se hubiera consumado. Luego, ambos habrían huido hacia el sector de El Tintal, donde abordaron un vehículo conducido por alias El Hermano, desde el cual se movilizaron hasta un establecimiento comercial en el barrio Santa Fe.
En el desarrollo de la investigación, el ente acusador también documentó que González Cruz presuntamente se encargó de vender el celular utilizado para coordinar el atentado, con el objetivo de borrar posibles rastros de la planeación criminal. Este aparato habría sido clave en la comunicación entre los implicados antes del asesinato.
Por estos hechos, la Fiscalía imputó a los dos procesados los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, fabricación, tráfico o porte de armas agravado, uso de menores para la comisión de delitos y destrucción u ocultamiento de elementos materiales probatorios. Ambos enfrentarán juicio en condición de presuntos coautores del magnicidio.
El crimen tuvo repercusiones políticas y jurídicas de alto impacto, pues Miguel Uribe Turbay era uno de los nombres proyectados como precandidato presidencial y una de las figuras más visibles del sector de centro-derecha. La investigación continúa para determinar si existieron determinadores externos o intereses políticos detrás del asesinato.
La Fiscalía aseguró que el caso avanza con prioridad y que se mantienen abiertas varias líneas de investigación relacionadas con la autoría intelectual. Entretanto, alias Chipi y alias El Hermano permanecerán privados de la libertad mientras avanza el proceso judicial que deberá esclarecer la estructura criminal detrás del atentado.

