Regresa el “Gypsy Express” de La Gata Cirko y La Buening Caravana

 


La fuerza escénica de La Gata Cirko y la potencia musical de la Burning Caravan se encuentran en un viaje que une circo, danza, teatro y música, desbordando los límites de cada disciplina. El Gypsy Express no es solo una obra de circo ni un concierto escénico: es la celebración de las posibilidades interpretativas del cuerpo y la intensidad emocional de la música. Más de veinte artistas —entre acróbatas y músicos— se reúnen en escena para crear un espacio donde el tiempo parece detenerse y el público puede dejarse llevar por la emoción. El cual llegará al Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá el jueves 30 de octubre a las 8:00 p.m.

Viktor Koskorria, un antiguo ring master, revive los días dorados de un circo que fue fuego, amor y vértigo: un universo poblado de personajes extravagantes, amores fugaces, duelos apasionados y celebraciones interminables. Junto a Jen Sepa, su cómplice musical, intenta reconstruir desde la memoria aquel mundo que alguna vez fue su hogar. Con una estética que remite a los años veinte y treinta, cuando el circo era el gran espectáculo de su tiempo, el Gypsy Express explora, entre el humor, la emoción y el asombro, el vértigo de vivir, el deseo de volver y la nostalgia de lo perdido.
 
Malabares, acrobacias, técnicas aéreas y coreografías se entrelazan con las canciones de la Burning Caravan, que sostienen el relato y le imprimen una cadencia propia. Cada número se convierte en un fragmento de memoria: pequeñas historias que revelan amores imposibles, rivalidades, fugas y reencuentros bajo la gran carpa. La estructura conserva el espíritu del circo tradicional —una sucesión de actos que despiertan distintas emociones—, pero lo reinterpreta desde un lenguaje escénico contemporáneo, donde cada acróbata e intérprete deja su alma en la pista.
 
El Viktor Koskorria, un antiguo ring master, revive los días dorados de un circo que fue fuego, amor y vértigo: un universo poblado de personajes extravagantes, amores fugaces, duelos apasionados y celebraciones interminables. Junto a Jen Sepa, su cómplice musical, intenta reconstruir desde la memoria aquel mundo que alguna vez fue su hogar. Con una estética que remite a los años veinte y treinta, cuando el circo era el gran espectáculo de su tiempo, el Gypsy Express explora, entre el humor, la emoción y el asombro, el vértigo de vivir, el deseo de volver y la nostalgia de lo perdido.

 

Malabares, acrobacias, técnicas aéreas y coreografías se entrelazan con las canciones de la Burning Caravan, que sostienen el relato y le imprimen una cadencia propia. Cada número se convierte en un fragmento de memoria: pequeñas historias que revelan amores imposibles, rivalidades, fugas y reencuentros bajo la gran carpa. La estructura conserva el espíritu del circo tradicional —una sucesión de actos que despiertan distintas emociones—, pero lo reinterpreta desde un lenguaje escénico contemporáneo, donde cada acróbata e intérprete deja su alma en la pista.

 

El Gypsy Express nace del deseo de recuperar la magia del circo clásico y su universo misterioso. Inspirados en la iconografía de los espectáculos de los años veinte y treinta, sus creadores construyen un fragmento de ese mundo donde todo parecía posible: un ring master excéntrico, acróbatas que desafiaban la gravedad, una mujer barbuda, siamesas, y otros personajes que habitan entre lo real y lo imaginado. Detrás del brillo de cada acto hay una reflexión sobre la vida artística, el paso del tiempo y la fuerza de los recuerdos como motor de creación. El espectáculo fue posible gracias a un extenso trabajo colectivo y a la unión de dos grupos con una fuerte identidad creativa.

 

La Gata Cirko, una de las primeras compañías independientes de circo contemporáneo en Colombia, que ha investigado el cuerpo en movimiento y la interacción del circo con la danza y el teatro, abriendo un campo experimental en las artes escénicas del país. Su trabajo ha trascendido fronteras de género, edad y nacionalidad, destacándose por la creación de espectáculos multidisciplinares. La Burning Caravan, por su parte, ha consolidado un estilo inconfundible que fusiona rock, jazz, música balcánica, gitana y latinoamericana. Su teatralidad en escena y la energía de su propuesta musical han cautivado a públicos diversos dentro y fuera de Colombia. Y se unen en el Gypsy Express para dar vida a un universo que celebra la memoria, el arte y el asombro compartido. Gypsy Express nace del deseo de recuperar la magia del circo clásico y su universo misterioso. Inspirados en la iconografía de los espectáculos de los años veinte y treinta, sus creadores construyen un fragmento de ese mundo donde todo parecía posible: un ring master excéntrico, acróbatas que desafiaban la gravedad, una mujer barbuda, siamesas, y otros personajes que habitan entre lo real y lo imaginado. Detrás del brillo de cada acto hay una reflexión sobre la vida artística, el paso del tiempo y la fuerza de los recuerdos como motor de creación. El espectáculo fue posible gracias a un extenso trabajo colectivo y a la unión de dos grupos con una fuerte identidad creativa.
 
La Gata Cirko, una de las primeras compañías independientes de circo contemporáneo en Colombia, que ha investigado el cuerpo en movimiento y la interacción del circo con la danza y el teatro, abriendo un campo experimental en las artes escénicas del país. Su trabajo ha trascendido fronteras de género, edad y nacionalidad, destacándose por la creación de espectáculos multidisciplinares. La Burning Caravan, por su parte, ha consolidado un estilo inconfundible que fusiona rock, jazz, música balcánica, gitana y latinoamericana. Su teatralidad en escena y la energía de su propuesta musical han cautivado a públicos diversos dentro y fuera de Colombia. Y se unen en el Gypsy Express para dar vida a un universo que celebra la memoria, el arte y el asombro compartido. 

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