Reforma tributaria y excesiva fiscalización de la DIAN a campesinos pone en jaque al modelo cooperativo cafetero

 


La Cooperativa Central de Caficultores del Huila (Coocentral) expresa su profunda preocupación frente al aumento en la fiscalización al campesinado por parte de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) en donde la interpretación de la norma del sector cooperativo se ha hecho en detrimento del mismo gremio, debido a que la entidad gubernamental exige la implementación obligatoria de la facturación electrónica y la bancarización a todos los productores de café, sin considerar las particularidades del campo colombiano ni las condiciones reales de conectividad y acceso tecnológico.

 

Luis Mauricio Rivera, gerente general de Coocentral, advierte “que esta medida, aunque persigue un objetivo legítimo de formalización al cual no nos oponemos (es más: quisiéramos que se masificara), sí pone en riesgo la supervivencia del modelo cooperativo cafetero que atiende especialmente a productores de pequeña escala, quienes venden su café en zonas de difícil acceso, donde el internet o la electricidad es limitada o inexistente”.


El directivo explicó que cerca del 96% de los productores de café en Colombia son pequeños agricultores con menos de 5 hectáreas, y que solo un 30% de las zonas rurales del país cuenta con conectividad estable. 


“Obligar a un caficultor de veredas como El Paraíso o Santa María, en el Huila, a emitir una factura electrónica y a la bancarización desde su finca, cuando difícilmente manejan un teléfono móvil, es desconocer la realidad rural del país”,enfatizó Rivera.


Impactos económicos y riesgos de desarticulación


Desde que la medida comenzó a exigirse, Coocentral ha registrado una reducción del 12% en el volumen de café comercializado directamente a través de canales cooperativos, lo que se traduce en menores ingresos para los productores y un debilitamiento de la cadena formal del café. “Muchos caficultores están optando por vender a intermediarios informales que no exigen factura electrónica, lo que debilita el tejido cooperativo y fomenta la informalidad que precisamente se busca combatir”, indicó el gerente.


Con la nueva reforma tributaria presentada por el Gobierno Nacional, todos los productores agropecuarios —independientemente deltamaño de su operación o condición de contribuyentes— estarán obligados a expedir factura o documento equivalente por cada venta o servicio. Además, quienes superen los 174 millones de pesos anuales (3.500 UVT) deberán hacerlo de forma electrónica. La reforma también reduce el umbral de retención en la fuente para la venta de café y otros productos agropecuarios de 160 a 70 UVT, es decir, de cerca de $7,9 millones a $3,4 millones, lo que incrementa la carga tributaria sobre pequeños productores.


Según el abogado tributarista, Carlos Mario Salgado Morales, “El gran problema que vienen presentando los procesos de fiscalización de la DIAN, es que la interpretación de la entidad pretende imponer la depuración de la renta bajo criterios fiscales, aplicados a las Entidades Sin Ánimo de Lucro, desconociendo que el sector solidario goza de una normatividad especial en donde la depuración de la renta contemplan un tratamiento específico, trayendo como consecuencia que las sanciones impuestas  en los procesos de fiscalización adelantados por la DIAN sean exorbitantes y desproporcionadas, aunado a que, éstas no se encuentren en congruencia con la realidad del sector ni mucho menos con la ley del Cooperativismo”.


El modelo cooperativo en Colombia ha sido reconocido como una de las estructuras más sólidas de inclusión económica en el campo. Coocentral, por más de 50 años, ha garantizado trazabilidad, transparencia y precios justos. Sin embargo, las decisiones recientes parecen desconocer el papel histórico que han jugado las cooperativas en la formalización del café. 


Según cifras de la Federación Nacional de Cafeteros (a cierre de diciembre de 2023)las 32 cooperativas de caficultores del país contaban con 70.525 productores asociados. Estas organizaciones, además de garantizar la compra formal del café, desarrollan múltiples programas de inversión social dirigidos a los caficultores, sus familias y comunidades rurales. Entre ellos, se destacan iniciativas de educación formal y no formal, programas BEPS, cuidado ambiental, prima social Fairtrade" y líneas de financiación para la productividad y sostenibilidad de los cultivos.


Entre los años 2020 y 2023, las inversiones sociales de las cooperativas ascendieron a $195.310 millones de pesos, evidencia del impacto y la fortaleza del modelo cooperativo como pilar del desarrollo social y económico en las regiones cafeteras del país.

 

 

 

 

 

Un llamado al diálogo y a la concertación


El gerente reiteró la necesidad urgente de abrir una mesa de concertación entre el Gobierno, la Federación Nacional de Cafeteros, las cooperativas y la DIAN, para revisar la aplicación de esta norma. “No nos oponemos a la formalización; lo que pedimos es una transición gradual, con acompañamiento técnico, subsidios de conectividad y herramientas adaptadas al contexto rural. La tecnología debe ser un puente, no una barrera”.

 

 

Consecuencias para las cooperativas del país y posibles soluciones


De mantenerse las condiciones actuales, el modelo cooperativo cafetero podría colapsar, afectando directamente a las economías rurales. Si las cooperativas pierden su rol en la comercialización, el campo podría quedar en manos de empresas informales o multinacionales que no garantizan precios justos ni reinversión social. “Lo que está en juego no es solo la venta de café, sino la sostenibilidad del campo colombiano y el recaudo fiscal” manifiesta Rivera. 


La propuesta del gremio cafetero es que el Gobierno impulse un modelo híbrido de facturación rural, que permita facturas simplificadas y el uso de aplicativos offline certificados por la DIAN. Además, plantea programas de capacitación digital financiados con recursos de regalías y cooperación internacional. Nuestra invitación al presidente Gustavo Petro es a escuchar al campo antes de legislar sobre él. Nuestro futuro y el futuro del café no puede escribirse sin los caficultores”,puntualizó el gerente de Coocentral.


Por su parte, el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, German Bahamón, se refirió a esta situación en una columna del diario económico La República (30 de septiembre de 2025) titulada “La reforma tributaria y el riesgo de desarticular la cadena formal del café”. En la publicación, Bahamón menciona que “el café colombiano ha sido ejemplo de resiliencia y disciplina. Hoy pedimos que esas mismas virtudes guíen la política pública: que las decisiones tributarias se tomen con visión de largo plazo, con gradualidad, selectividad y sentido de equidad. Es un llamado a cuidar uno de los mayores patrimonios económicos, sociales y culturales de la Nación”.


En medio de este panorama, Coocentral se prepara para celebrar 50 años de historia y se hace presente en Cafés de Colombia Expo 2025” (23 al 26 de octubre en Corferias)El compromiso de la cooperativa con los caficultores del Huila, durante medio siglo, ha garantizado desarrollo, sostenibilidad y oportunidades para el campo colombiano. Su participación en la feria es un homenaje al trabajo de miles de familias que, con esfuerzo y pasión, mantienen vivo el legado del café huilense.

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