El vino es a nivel global la segunda bebida embriagante más bebida del mundo, con cerca de 232 millones de hectolitros consumidos al año, siendo únicamente superado por la cerveza, con la cual comparte participación de mercado en cada territorio de la Tierra; y en el caso de Colombia, un país con un alto consumo de bebidas embriagantes en el continente, no es excepción a la regla de incidencia de la bebida milenaria en la industria de licores.


A pesar de que esta bebida es superada por otras como el aguardiente y los rones en las cuotas de mercado nacional, el fenómeno de consumo del vino ha crecido de manera sostenida e incluso, con la pandemia de COVID-19 se disparó de manera abrumadora, teniendo aún terreno para penetrar en los consumidores de licores que buscan alternativas diversas para acompañar eventos o la vida cotidiana con una buena copa en la mano.


Es así que en medio de la actual coyuntura económica nacional y regional, además del inicio de uno de los eventos de networking y comercialización en torno a la industria del vino mas importante de América Latina: Expovinos 2024, se conocieron algunos datos de interés para conocer como Colombia ha pasado de ser uno de los países con menor consumo de vino en el continente, a ser un protagonista con proyecciones a ser el cuarto mayor comprador per capita de esta bebida en Suramérica en los próximos años.


¿Cómo ha crecido el consumo del vino en Colombia?


El vino es una bebida que ha acompañado a la humanidad desde el inicio de las civilizaciones, encontrándose rastros de la producción de este fermento del zumo de la uva en el 5.400 a.C., en la región que hoy comprende la zona del hoy Kurdistan (Irán, Irak y sur de Turquía); siendo producto que ha calmado la sed, acompañado las mesas de las familias sin importar su orden social y que ha creado como destruido imperios a lo largo de la historia.


En el caso colombiano, el antecedente inmediato de la llegada del vino al país es con la conquista y posterior colonización española, trayendo diversas cepas de uva las cuales debido a las condiciones tropicales del país no dieron de manera adecuada para producir esta bebida, cediendo a otros licores como el aguardiente que reinó en el periodo del virreinato junto a fermentos precolombinos como la chicha en el mercado.


Al paso de los siglos, el paladar colombiano tomo costumbre dentro del consumo del vino a otros fermentos a base de uva que tenían altas concentraciones de azucares, encontrando en los moscatos una opción más cercana a la mesa nacional frente a los vinos secos y semisecos que son la tendencia histórica a nivel global y que penetraron por milenios en las sociedades, especialmente las europeas.


A pesar de aquel difícil panorama para los vinos secos, desde 2005 con la aparición de Expovinos, un evento creado por Grupo Éxito para incentivar el consumo de esta bebida especialmente en las principales ciudades como Bogotá y Medellín dio un nuevo horizonte a la compra y puesta en las mesas colombianas del fermento a base de uva, multiplicando en tres las cantidades bebidas por el ciudadano promedio.


Según indica Carlos Mario Giraldo, gerente general de Grupo Éxito: "Colombia ha pasado de consumir 0,3 litros de vino por persona al año en la primera edición de Expovinos, a llegar a cerca de 0,8 litros en el 2023, teniendo proyecciones que para el 2030 pueda llegarse a 1 litro, llegando a niveles de consumo per capita como Brasil o México respectivamente". Además añadió: "El Grupo éxito es la compañía de retail con mayores números de venta de vino a nivel nacional, siendo la segunda bebida alcohólica más comprada por los consumidores luego de la cerveza,  teniendo cifras cercanas a los USD300 millones equivalentes a 3.290 millones de cajas de 9 litros de vino, teniendo un crecimiento en 19 años del casi 300% de consumo como de ventas en este segmento".


Por otro lado, la Directora Nacional de Meico Vinos Milagros de Jesús Rivera, ha dicho que a lo largo de los últimos años, el crecimiento del consumo del vino ha sido jalonado por la entrada del mercado joven (personas entre los 25 a los 40 años), teniendo a esta bebida como complemento para disfrutar de encuentros en el hogar o en espacios abiertos, rompiendo el esquema de servir esta bebida de manera exclusiva en restaurantes o en espacios de gastronomía especializada o gourmet.


Además de esto, la apuesta de Grupo Éxito y otros retails de ofrecer descuentos y ofertas tentadoras para adquirir en precios justos e incluso bastante económicos los vinos y ser consumidos de manera masiva, han llevado a que nuevos actores entren al mercado, especialmente en los servicios a domicilio y las plataformas digitales donde se ha disparado la adquisición de botellas a lo largo de los últimos 5 años.


¿El joven es fundamental para el crecimiento del consumo del vino en Colombia?


Tal vez uno de los factores decisivos en los últimos 5 años para que el consumo del vino creciera de manera meteórica en Colombia ha sido la aparición de la pandemia de COVID-19 y las consecuentes medidas de aislamiento que tuvieron cerrado al mundo en sus hogares, encontrando en el vino una vía de escape para la monotonía y las crisis emocionales generadas por la soledad o la convivencia forzada y constante con el circulo que estaba dentro de las viviendas.


Sin embargo, según estudios de Asovinos presentados en la anterior edición del Expovinos, una sorpresa encontrada en el consumo de esta bebida en Colombia la presentó la población entre 25 a 40 años de niveles socioeconómicos medianos o medio altos que se adaptaron de manera más sencilla al cambio generado por el COVID, y que en medio de reuniones virtuales o jornadas de relajación personal dentro del hogar veían al vino como una opción para complementar dichas actividades, creciendo de manera sustancial.


Según lo indicado por esta organización, el consumo de esta bebida por primera vez había superado el de otros licores como aguardientes, rones o whiskies, teniendo un crecimiento del 210% en plena pandemia, siendo la segunda bebida más comprada luego de la cerveza, siguiendo la tendencia de manera amplia en los siguientes meses luego de la reapertura paulatina de la sociedad con la llegada de las medidas de autocuidado y posterior vacunación masiva.


"El vino está teniendo una transformación sustancial en la mente de los jóvenes y adultos jóvenes colombianos a lo largo de esta década, dejando a un lado la etiqueta de ver esta bebida como un licor para gente muy adulta y refinada, a verlo como un licor fácil de conseguir, de buenos precios, de sabores distintos y sensaciones únicas, incluso apostando a romper los moldes y acompañando diversas comidas como momentos, lo que hace que hoy en el caso de nuestra empresa tenga nuevos productos acentuados a este público para que disfruten más y encuentren variedad a buen precio", asegura Luis Fernando Valencia, sommelier y director de eventos de Dislicores en Colombia.


Para esta nueva edición de Expovinos, se espera una nutrida participación de personas jóvenes que han tomado amor al vino en los últimos años, teniendo a los tintos Merlot y Tempranillo dentro de las opciones más rápidas de encontrar y también apostar a los vinos rosé como tendencia dentro de la población menor de 40, además de encontrar los espumantes como la champaña francesa o el prosecco italiano dentro de las alternativas para disfrutar en los nuevos consumidores que hoy exigen mayor calidad a precios muy cómodos.


En promedio: ¿En cuanto puede conseguirse un vino en Colombia?


Para las fuentes consultadas la mayoría concuerda en que Colombia aún el vino sigue siendo un producto con un costo algo elevado, pero que gracias a una mayor oferta y una creciente demanda ha disminuido de manera considerable obtener buenas botellas a valores justos dentro de segmentos como tintos, blancos, rosés y espumantes.


Sumado a ello, dada la cercanía que tiene Colombia con países como Argentina o Chile y los recientes acuerdos comerciales entre estas naciones a través de Mercosur, la CAN y la Alianza del Pacífico, ha permitido que los productores de vino lleguen de manera más rápida al país, además de las apuestas que los países europeos han puesto gracias a los Acuerdos de Libre Comercio existentes actualmente con la nación suramericana.


Además, la aparición de retails conocidos como de descuento fuerte o "hard discount", teniendo a D1, Ara e Isimo dentro de la lista; han llevado a que adquirir un vino sea mucho más sencillo que hace 2 décadas; encontrando bebidas de calidad moderada entre los $15.000 a $20.000, siendo en dólares un promedio entre USD$3,70 a USD$4,50 para las más económicas; sin embargo, en promedio entre los vinos de bajo valor y los de mediano y alto valor se puede promediar que pueden conseguirse entre $55.000 a $90.000, es decir en dólares entre USD$11,30 a USD$22.00.


Es decir, en la media global, Colombia a pesar de tener precios aún por encima del promedio, han disminuido considerablemente teniendo en cuenta que el país no es un productor masivo de vinos y que el consumo del mismo ha aumentado en 20 años según estimaciones de Grupo Éxito y Asovinos en un 300%, y con tendencia al crecimiento constante al menos por las próximas dos décadas.


Y para complementar la cifra, de acuerdo a estimaciones de las fuentes, además de un estudio publicado recientemente en Portafolio, el país aparte de crecer de manera significativa en el consumo, las cifras de las regiones demuestran que la adquisición de vinos se centra en diversas zonas, teniendo a Bogotá como líder con cerca del 46% del mercado, seguido por Medellín cercano del 28%, la Costa con casi 11% de la cuota, Cali con el 8% del consumo y el resto del país en un promedio del 7%.


Así que en medio del Expovinos, es una gran oportunidad de obtener ofertas muy tentadoras para comprar excelentes vinos del mundo, e incluso los pocos que hay de producción nacional a buenos precios, gran asesoría por parte de las compañías, del 1 al 3 de agosto en el recinto de Corferias en Bogotá.


Foto 1. Tomada de Grupo Éxito

Fotos 2 y 3. Tomada de Pixabay

Foto 4. Tomada de Vinetur