La industria fintech sigue revolucionando la manera en que se mueve el dinero en Colombia. La experiencia mejorada de los consumidores al hacer sus compras, el ahorro de tiempo, los pagos inmediatos y la promesa de transacciones transfronterizas en la región son algunas de las ventajas más significativas para el mercado. 


En este marco, es que la tecnología financiera moderna, segura y escalable, se ha vuelto una obligación a la hora de competir ante un consumidor tan exigente, que demanda el acceso a herramientas de pago y crédito cada vez más elaboradas. Esto obliga a estar en constante transformación para avanzar en conjunto con la tecnología y estar a la altura del ecosistema financiero.  


Durante 2024, los expertos coinciden en que se espera una mayor expansión del ecosistema. Según el informe Payments2025 & beyond, de PWC, el 42% de los actores de la industria encuestados confían en que habrá una aceleración en los pagos instantáneos B2B (business to business) y en las transferencias transfronterizas este año. Para alcanzar ese estadío, es tan necesaria como inminente una mejora en la eficiencia de cara al usuario para que las transacciones sean inmediatas y más económicas sin importar la moneda de la operación.


Carlos Marín, Country Manager de Pomelo, indica que los procesos de migración y recambio tecnológico ya están dando los primeros indicios de esta transformación estratégica. "La creciente digitalización de los medios de pago redefine constantemente la experiencia financiera. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la industria se ve obligada a adoptar soluciones más innovadoras y seguras. Por ejemplo, la adopción de tecnologías en la nube consumibles como microservicios permiten una adopción ágil y eficiente de soluciones innovadoras: en primer lugar, facilitan la integración de soluciones pequeñas que son capaces de interactuar con casi cualquier plataforma, sin mucho esfuerzo tecnológico, pero agregando gran valor a quien las usa. En segundo lugar, porque una vez que estos microservicios se integran y agregan valor tecnológico, operativo y experiencial, son un catalizador y acelerador del negocio", detalla.

Otro impacto asociado al uso de medios digitales es la reducción del efectivo: mientras que en 2020 el mismo representaba el 70% de los pagos en las principales economías del continente, en 2023, se redujo al 45%. Esto indica un fuerte cambio de paradigma directamente asociado a la expansión del acceso a internet en la región, que alcanzó al 78% de la población en 2022, un aumento de 35 puntos porcentuales en apenas una década, según Americas MarketIntelligence.


Ahora bien, ¿cuáles son las 5 principales innovaciones que están marcando tendencia en tecnología de medios de pago en América Latina?

● La popularización del contactless en las tarjetas, como la tokenización, NFC, las tarjetas virtuales y las billeteras virtuales/wallets.
● La digitalización del mercado de pagos, por ejemplo, mediante el uso de códigos QR, herramientas de interoperabilidad, soluciones integradas (embeddedpayments), máquinas/posnets habilitadas para pagos instantáneos, tap on phone y gateways de pago más seguros y eficientes en el e-commerce.
● Los sistemas de pagos instantáneos como Transfiya de ACH Colombia, Pix, Transferencias 3.0, SPI Colombia
● La revolución de los pagos impulsada por la Web.3: tecnología blockchain, finanzas descentralizadas (DeFi), criptomonedas, transferencias P2P (persona a persona) y otros activos digitales.
● Las infraestructuras fintech que simplifican la oferta de soluciones de transferencias, tarjetas y cuentas utilizando APIs y tecnología cloud native.


Por último, vale destacar que en 2023 se realizaron más de 370,5 millones de transacciones mediante el comercio electrónico en Colombia, un incremento del 11,6% versus 2022, según datos de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico. 

En conjunto, este crecimiento sostenido y expansivo evidencia que los medios digitales de pago son y seguirán siendo la respuesta para escalar la inclusión financiera y reforzar la digitalización de la economía en la región.