Para Colombia, la implementación del hidrógeno verde y azul como fuente de energía tendría numerosos beneficios. En términos generales, la reacción del hidrógeno con el oxígeno es capaz de generar energía, y esta puede ser aprovechada en distintas aplicaciones industriales, dicho de otra manera: la versatilidad del hidrógeno le permite transformarse en electricidad o combustibles sintéticos y utilizarse con fines comerciales, industriales o de movilidad.


El hidrógeno es el elemento químico más abundante en la naturaleza. Dependiendo de su forma de obtención, el hidrógeno se clasifica como gris, azul o verde. Hoy en día la mayor parte del hidrógeno se produce aún a partir de combustibles fósiles, y en concreto, a partir del gas natural, el cual conlleva la generación de emisiones de gas carbónico al ambiente. Cuando se implementan sistemas de secuestro del gas carbónico generado al final de este proceso, se reduce el impacto ambiental, consiguiendo el llamado hidrógeno azul. El hidrógeno verde ha sido reconocido como totalmente sostenible, en tanto no emite gases contaminantes ni durante la combustión ni durante el proceso de producción.


La firma del documento Conpes 4075 de Transición Energética propuso metas ambiciosas para Colombia, comprometiendo a la industria a una reducción del 51% de emisiones de gases de efecto invernadero a 2030 y a alcanzar la carbono neutralidad en 2050. Del mismo modo, dicho documento pretende multiplicar por 100 veces la capacidad instalada de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER) respecto al 2018.


"Si bien es una visión optimista, está prevista en la Hoja de Ruta del Hidrógeno, elaborada por el Ministerio de Minas y Energía, según la cual, Colombia podría convertirse desde 2030 en uno de los principales exportadores de hidrógeno verde de América Latina, considerando las características de sus vientos, radiación solar, recursos hídricos y ubicación geográfica, así como los insumos necesarios para la producción de hidrógeno." afirma Álvaro Josué Yáñez, Socio de la firma CMS Rodríguez-Azuero.


La industria colombiana ha probado tener la capacidad de producir y encaminarse de manera correcta. El pasado mes de julio, luego de una convocatoria liderada por el FENOGE, el gobierno anunció la aprobación de financiamiento para 10 proyectos de hidrógeno por un total de $6.570 millones. Este dinero se destinará para la elaboración de estudios de preinversión de proyectos en etapas de prefactibilidad o factibilidad en toda la cadena de valor del hidrógeno verde y azul.


A estas iniciativas se suman los pilotos iniciados por empresas como Ecopetrol y Promigas. Ecopetrol, contempla invertir USD 6 millones en el desarrollo de un piloto de Hidrógeno en la refinería de Cartagena, según los lineamientos de su Plan Estratégico de Hidrógeno de Bajo Carbono para Colombia; en tanto que Promigas, ya dio inicio a su primer piloto de producción de hidrógeno verde, el cual será desarrollado en cinco fases.


Ahora bien, para que estas metas se cumplan, la transición debe mantener un marco fiscal beneficioso y sanos lineamientos de política pública. "Este marco fiscal tiene que mantener los beneficios que ya están consagrados para el sector, adicionalmente debe proporcionar un entorno social y económico propicio que garantice el buen avance y entrada en operación de los proyectos." agregó el socio.


El hidrógeno tiene una inmensa versatilidad en su uso, incluso en algunos sectores de consumo que tradicionalmente han sido difíciles de descarbonizar, como el transporte pesado, la aviación o el transporte marítimo. El Gobierno Nacional ha afirmado reiteradamente que la transición energética debe ser acelerada durante los próximos 4 años, buscando ofrecer beneficios para las empresas que implementen los cambios propuestos en el Conpes como: exclusión de bienes y servicios del IVA; deducción especial para determinar el impuesto sobre la renta; exención de gravámenes arancelarios, depreciación acelerada; y, exención de impuesto de renta por venta de energía de fuentes renovables.


Por último, se puede afirmar que el país ha avanzado satisfactoriamente en su transición energética, tanto es que así dentro del Índice de Transición Energética 2021 del Foro Económico Mundial, Colombia ocupó el puesto 29 entre 115 países, solo superado en la región por Uruguay y por Costa Rica.